El presidente brasileño Jair Bolsonaro dirigió a un grupo de partidarios en motocicletas por las calles de Sao Paulo y recibió una multa por no usar mascarilla, que es una infracción con base en las restricciones locales por la pandemia de coronavirus.
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El mandatario conservador saludó a la multitud desde su motocicleta y después desde arriba de una camioneta con altoparlantes, donde partidarios con cascos, pero pocos con mascarillas, vitorearon y corearon mientras Bolsonaro insistía que las mascarillas eran inútiles para quienes ya estaban vacunados —una afirmación debatida por la mayoría de los expertos en salud pública.
La oficina de prensa del gobierno estatal de Sao Paulo indicó que se le impondrá una multa, equivalente a unos 110 dólares, por infringir una norma vigente desde mayo de 2020 que exige el uso de mascarillas en espacios públicos.
La oficina de Bolsonaro no respondió de momento una petición de comentarios al respecto.
La caravana de motociclistas salió y volvió a entrar a la ciudad, para terminar en el Parque Ibirapuera. En el lugar, el presidente subió sobre un vehículo para defender su oposición al uso de mascarillas entre los vacunados.
“Quienquiera que esté en contra de esta propuesta es porque no cree en la ciencia, porque si están vacunados no hay forma de que el virus sea transmitido”, aseguró.
Las vacunas están diseñadas principalmente para proteger a los receptores de enfermar, no necesariamente de contagiarse. Aunque los estudios muestran que muchas vacunas reducen la carga viral y, probablemente, la propagación, no todas las variedades han sido estudiadas en su totalidad.
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Bolsonaro también fue multado por no usar mascarilla durante un evento con sus partidarios en mayo en Maranhao, un estado en el noreste del país. Gobernadores de ese estado y de Sao Paulo continúan en disputa con el actual mandatario por sus medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus.