China ordenó el viernes a Estados Unidos que cierre su consulado en la ciudad de Chengdu, en el oeste del país, avivando el conflicto diplomático entre las dos mayores economías del mundo en un momento en el que su relación está en su peor momento en décadas.
La decisión se produjo unos días después de que Washington ordenó la clausura del consulado de Beijing en Houston luego de acusar a agentes chinos de tratar de robar investigaciones médicas y otras en Texas.
El Ministerio de Exteriores chino pidió a Estados Unidos que revierta su “decisión errónea”.
Las relaciones entre las dos naciones se han resentido por una creciente serie de conflictos, incluyendo el comercio, la gestión de la pandemia del coronavirus, la tecnología, acusaciones de espionaje, la situación en Hong Kong y denuncias de abusos contra chinos de etnia musulmana.
“La medida tomada por China es una respuesta legítima y necesaria al acto injustificado de Estados Unidos», señaló el ministerio en un comunicado.
Según Wang, parte del personal del consulado “interfirió en los asuntos internos de China y perjudicó los intereses de seguridad de China», pero no ofreció más detalles. Beijing se quejó “muchas veces” a Washington sobre eso.
También el viernes, el Departamento de Estado de Estados Unidos alertó a los estadounidenses en China de un “mayor riesgo de detenciones arbitrarias”.
Los estadounidenses podrían ser detenidos o deportados por “enviar mensajes electrónicos privados críticos” con el gobierno chino, añadió. El aviso no aclaró qué provocó la advertencia.
El gobierno de Donald Trump ordenó el martes el cierre del consulado de Houston en el plazo de 72 horas alegando que agentes chinos intentaron robar datos de instalaciones en Texas, incluyendo el sistema médico Texas A&M.
El Ministerio de Exteriores chino rechazó las acusaciones el jueves calificándolas de “calumnia malvada» y advirtió de que la clausura de su legación diplomática en Houston estaba “rompiendo el puente de amistad” entre las dos naciones.
Estados Unidos tiene una embajada en Beijing y consulados en otras cinco ciudades continentales — Shanghái, Guangzhou, Chengdu, Shenyang y Wuhan — además de otro en el territorio semiautónomo de Hong Kong.
El consulado de Chengdu es responsable de monitorear el Tíbet y otras zonas del suroeste habitadas por minorías de etnia no china que son consideradas como especialmente sensibles por Beijing.
Con información de AP
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