Una adolescente de 16 años tomó la iniciativa de instalar una escuela improvisada debajo de un árbol en uno de los barrios más humildes de Guayaquil. Se llama Denisse Toala y está ayudando a los niños de bajos recursos que no han podido asistir a las escuela por falta de internet en sus hogares debido a la pandemia del COVID-19.
Toala ayuda a unos 40 niños del barrio Realidad de Dios, al norte de Guayaquil, donde muy pocas personas cuentan con conexión a internet. Debajo del árbol reciben clases y también pueden jugar al fútbol adultos y menores.
En una entrevista con Reuters, Denisse dijo que el COVID-19 ha perjudicado mucho a la educación y a las personas de bajos recursos. «Ellos tienen derecho a acceder a la educación», dijo la adolescente en referencia a todos los niños que están yendo al gran árbol a recibir sus clases. En ese lugar se ha colocado pizarras, carteles didácticos y reza un cartel que dice “Aprender para Enseñar”.
“Hay cosas que yo no entiendo y lo que es tecnología yo no entiendo. No hay Internet, no hay señal y mis hijos hubieran perdido el año (escolar) sino es por el árbol y la profesora”, dijo la madre de uno de los alumnos de la jovencita.
En marzo del 2020, las escuelas, colegios, institutos y universidades cerraron sus puertas debido a la pandemia y se vieron obligados a impartir las clases en línea. Muchos niños no han podido acceder a esta nueva educación.