El presidente Lenín Moreno dijo ayer que Ecuador aún tiene capacidad para seguir acogiendo a inmigrantes venezolanos, pero que «todo tiene un límite». Al mismo tiempo explicó que todavía no se ha adoptado la decisión de imponer un visado a los ciudadanos del país vecino.
«Pero en el momento en que el flujo se vuelva tan grande la pasaríamos mal y la pasarían mal ellos», afirmó.
Moreno respondía así a una pregunta de Efe sobre su propuesta de imponer un «visado humanitario» a los venezolanos que posibilite una «migración ordenada y segura», cuando concluya la salida de Ecuador de Unasur.
Moreno hablaba ante un selecto auditorio de empresarios, diplomáticos y otras autoridades en un lujoso hotel de Roma, donde ofreció esta noche la conferencia magistral «Ecuador en marcha», en la primera actividad de su visita de dos días a la capital italiana.
«Por eso debemos ir midiendo las consecuencias. No hemos aplicado la visa humanitaria, aún estamos en capacidad de acoger a los hermanos venezolanos», señaló.
Moreno subrayó que Ecuador, con el gobierno anterior, había estado a punto de convertirse en otra Venezuela.
Recordó que la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, acaba de presentar «un informe fatal» acerca del respeto de esos derechos.
Con información de EFE
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