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Armas de las FARC quedarán en silencio esta medianoche

Las FARC depondrán sus armas para siempre a partir de esta medianoche tras el alto el fuego ordenado hoy- 28 de agosto- desde La Habana por el máximo líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», en otro crucial paso hacia la paz en Colombia tras cinco décadas de conflicto.

«En mi condición de comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP ordeno a todos nuestros mandos, a todas nuestras unidades, a todos y cada uno de nuestros y nuestras combatientes a cesar el fuego y las hostilidades de manera definitiva contra el Estado colombiano a partir de las 24.00 horas de la noche de hoy», leyó el máximo jefe de la guerrilla.

«Timochenko» anunció el fin de la actividad ofensiva militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una declaración ante los medios en el emblemático Hotel Nacional de La Habana, ciudad que ha sido sede de las negociaciones de paz con el Gobierno colombiano durante casi cuatro años.

Flanqueado por el equipo negociador de la insurgencia y sin admitir preguntas posteriores, el líder guerrillero manifestó la «clara y definida vocación por la reconciliación» de las FARC tras el acuerdo de paz con el Gobierno colombiano logrado esta semana y que será rubricado en septiembre.

El anuncio de «Timochenko» llega apenas cuatro días después de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenara a las fuerzas de seguridad colombianas el alto el fuego definitivo con las FARC, que entrará en vigor a las cero horas de este lunes.

En ese momento, una vez materializado de forma oficial el alto el fuego por las dos partes, técnicamente se podrá hablar de que la guerra en Colombia llegó a su fin, si bien aún persisten grupos armados menores con los que resta llegar a acuerdos, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El jefe de las FARC subrayó este domingo que la guerrilla, «en cese al fuego y de hostilidades desde hace más de un año», recibió con emoción la orden del presidente Santos.

Se refirió así al último alto el fuego unilateral de las FARC, decretado el 20 de julio de 2015 como medida para generar confianza en el proceso de paz y a lo que Gobierno respondió con la suspensión de bombardeos a campamentos de esa guerrilla.

«Timochenko» dedicó varias líneas de su declaración al histórico enemigo de la insurgencia, las fuerzas de seguridad del Estado colombiano, a las que tendió la mano y conminó a trabajar «unidos por la nueva Colombia».

Así, manifestó la «clara y definida vocación por la reconciliación» de parte de las FARC a «los soldados, marinos, pilotos de la fuerza aérea, policías y organismos de seguridad e inteligencia del Estado».

Y añadió: «Las rivalidades y rencores deben quedarse en el pasado. Hoy, más que nunca, lamentamos tanta muerte y dolor ocasionados por la guerra. Hoy, más que nunca, queremos abrazarlos como compatriotas y comenzar a trabajar unidos por la nueva Colombia».

«Se acabó la guerra. Convivamos como hermanos y hermanas», apostilló, y deseó «que nunca más se requiera un alzamiento».

Tras casi cuatro años de conversaciones, los equipos negociadores del Gobierno de Colombia y las FARC anunciaron el 24 de agosto desde la capital cubana que habían alcanzado un acuerdo definitivo de paz.

Las FARC, subrayó «Timochenko», cumplirán «rigurosamente» los compromisos pactados, entre ellos su conversión en movimiento político legal, la reincorporación a la vida civil y la concesión de justicia y reparación para las víctimas.

«El acuerdo abrió paso a la posibilidad cierta de que, en adelante, en Colombia sean los hijos quienes acudan al sepelio de sus padres fallecidos por obra de la vejez. Nunca más padres enterrando a sus hijos e hijas caídos en la guerra», sostuvo este domingo el líder de las FARC.

El siguiente paso de la guerrilla colombiana será la celebración de la X Conferencia Nacional Guerrillera, que tendrá lugar del 13 al 19 de septiembre próximos en la zona de los Llanos del Yari (sur de Colombia).

En esa cita, a la que acudirán unos 200 delegados de las FARC y 50 invitados internacionales y nacionales, la guerrilla refrendará el acuerdo de paz y convendrá su transformación en un movimiento político legal que podrá presentarse a las elecciones colombianas de 2018.

A la espera de la rúbrica formal del acuerdo final, los colombianos tendrán la última palabra sobre la paz, ya que el documento pactado -de casi 300 páginas- será sometido a aprobación popular en un plebiscito convocado para el próximo 2 de octubre.

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