Dragon Ball marcó un hito en algunas generaciones. El anime de los 90 tiene fanáticos en el mundo. Uno de ellos es Julian Jaye Louw, un entrenador personal estadounidense, pasa su tiempo libre realizando elaborados ‘cosplays’ de Trunks, su personaje favorito de Dragon Ball.
Y así luce intentando parecerse al hijo de Vegeta y Bulma en Dragon Ball Z y Dragon Ball Super… tras gastarse más de 15.000 dólares en el intento.
Julain confesó a Barcroft TV que el anime le ayudó a dejar atrás todos los traumas que estuvieron presentes a lo largo de su infancia: «En el colegio era un soñador, estaba muy distraído.
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Todo eso me costó muchas burlas. Me veían como alguien débil, por lo que Dragon Ball fue mi vía de escape».
Para ello, este joven ha desembolsado una media de 5.000 dólares anuales en tres años, sumando todos los costes del entrenamiento, la alimentación y demás apartados para lograr su gran objetivo: lucir como su héroe de la infancia, el mítico luchador y viajero del tiempo. No va por mal camino y es que ya se ha convertido en toda una eminencia en la red social de Instagram, en la que presume de tener más de 26.000 seguidores.
Fuente: Europa Press