Al minuto siete en un ataque de los estadounidenses, el árbitro ecuatoriano detectó un empujó en el área y decretó un penal, que lo marcó Clint Dempsey muy preciso.
Estados Unidos siguió y no bajó en el ataque, mientras Costa Rica intentó reaccionar sin mayor suerte, porque no tenía salida en el medio campo y retrocedió sus líneas para defenderse.
Los locales crecieron y producto de esto llegó el segundo gol a los 36 minutos con Jermaine Jones, y poco después Wood incrementó el marcador ya con sabor a goleada (3-0).
En la segunda etapa, Costa Rica jugó mejor y llegó con mejor precisión, al punto que impactó un balón en el palo de los estadounidenses, que se convirtieron en contragolpistas buscando la cuarta conquista.