Estados Unidos no es un actor principal en los campos de batalla de Siria, pero su presencia sí es relevante.
Las fuerzas estadounidenses y sus aliados locales controlan un área grande y estratégicamente importante en la parte oriental del país en la que han derrotado en su mayoría, pero no del todo, al autodenominado Estado Islámico (EI).
La Casa Blanca ha dicho que sus militares cumplirán su misión de eliminar los remanentes de EI, pero que esto no debería tomarle mucho tiempo.
Eso es todo lo que el gobierno estadounidense ha dicho hasta ahora.
El presidente Donald Trump parece estar decidiendo la política de Siria sobre la marcha al declarar que Estados Unidos saldría "muy pronto" de ese país.
A pesar del éxito de la campaña contra EI, eliminarlo no ocurrirá tan rápido como le gustaría al mandatario.
Los militantes de EI han demostrado ser tenaces.