El 20 de enero de 1999, el virus Happy99 impactó al mundo de la tecnología y sin duda alguna marcó un antes y un después en toda la historia de las tecnologías, luego de que miles de víctimas cayeran en una trampa protagonizado por ataques de troyanos a través de emails, lo que era totalmente desconocido para el entonces.
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El pasado sábado se cumplieron 25 años de este episodio históricos, en el que el virus se camuflaba en una animación de fuegos artificiales que saludaban al destinatario por el comienzo de año. Detrás de la máscara festiva se escondía el archivo Winsock32.dll, con el poder suficiente para infectar a Windows.
Happy99
El malware que fue conocido también como SKA.A o I-Worm, Happy99, se emitió para festejar el cambio de siglo. Al colarse en las computadoras, expandía su alcance al reenviarse a otros contactos sin el consentimiento del usuario. Como la mayor parte de los virus, infectaba tan sólo si se ejecutaba.
En ese momento se activaba y mostraba una ventana en la que se veían fuegos artificiales para festejar la llegada del nuevo año, sin embargo, detrás de esas inocentes imágenes en realidad el gusano empezaba a realizar su maligna acción que se basaba en alterar por completo el archivo “WinSock.dll”, la principal librería de comunicaciones para internet.
Craig Schmugar, fue la persona tildada como el gran salvador del primer caos cibernético, ya que sus métodos ayudó a combatir al Happy99 al publicar una solución descargable que evitaba que se ejecutara su accionar. Además, se conocieron otras técnicas para eludir el mal trago, como eliminar en forma manual los archivos “ska.exe” y “ska.dll”, o meter mano en la configuración del archivo WinSock2.dll.