Un robo millonario mantiene en alerta a las autoridades de Alemania. Ladrones aprovecharon el feriado navideño para ingresar a una sucursal bancaria en Gelsenkirchen y vaciar más de 3.000 cajas de seguridad. El botín inicial supera los 30 millones de euros y no hay detenidos.

Un agujero directo a la bóveda
La investigación apunta a un acceso desde un edificio contiguo. Los delincuentes perforaron una pared y entraron a la cámara acorazada mientras el banco permanecía cerrado por las fiestas. Imágenes de videovigilancia muestran a varios sospechosos movilizándose en un Audi RS6 antes del asalto.
[ Volvió de bailar y apareció degollada: su perro llevó al sospechosoOpens in new window ]

Miles de clientes afectados por el golpe
El impacto se sintió fuera del banco. Más de 2.500 personas acudieron a exigir información ante la posibilidad de haber perdido dinero, joyas y documentos valiosos. Los cofres estaban asegurados, pero el alcance de los daños y las pérdidas aún se evalúa caso por caso.

La Policía rastrea las cámaras del sector y analiza prendas incautadas en allanamientos para detectar rastros de sangre o fibra. El modus operandi, la precisión del acceso y la fuga sin rastro abren la posibilidad de que una banda especializada esté detrás del golpe.
