Una persecución policial en tiempo real, activada tras el rastreo por GPS de un vehículo, permitió a la Policía Nacional aprehender a dos personas presuntamente vinculadas a un secuestro y extorsión, en un caso que se inició en el norte de Quito y que mantuvo en vilo a la víctima y a sus familiares durante varias horas.
El hecho ocurrió la noche del 21 de diciembre de 2025 y la madrugada del día siguiente, cuando personal policial del Distrito Manuela Sáenz fue alertado por el ECU 911 sobre una situación irregular relacionada con un vehículo que funcionaba como servicio puerta a puerta.
El vehículo se movía… pero el conductor no estaba
Según el reporte policial al que tuvo acceso Metro Ecuador, el propietario del vehículo, solicitó la ayuda de la Policía tras notar que su automóvil, que había cumplido un servicio Ambato–Quito, se encontraba en movimiento, pese a que el conductor no estaba en el parqueadero de su domicilio.
Al revisar el sistema GPS, el ciudadano detectó que el automotor circulaba por el sector de San Juan, en el centro de la capital, en las calles Portoviejo y Ayacucho, por lo que se activó una persecución ininterrumpida.
Interceptaron el vehículo en pleno centro norte
La persecución concluyó en las calles Chile y Pedro Calixto, donde la Policía logró interceptar el carro, que era conducido por Fernando V., de 35 años, de nacionalidad extranjera.
Como acompañante viajaba Josselyn P., de 18 años, de nacionalidad ecuatoriana. Ambos fueron descendidos del vehículo y registrados por personal policial, respetando los protocolos y derechos constitucionales.
El propietario del automotor llegó al lugar y aseguró que no conocía a ninguno de los ocupantes, por lo que se procedió a su aprehensión en delito flagrante.
Llamadas sospechosas y contactos clave
Durante el procedimiento, los agentes detectaron un comportamiento inusual en la joven aprehendida, quien intentaba desviar varias llamadas entrantes de forma desesperada. Por este motivo, se procedió a la retención de su teléfono celular, así como del dispositivo móvil del conductor.
En este último, los policías observaron llamadas y conversaciones frecuentes vía WhatsApp con un contacto identificado como “Micol Broth”, nombre que más adelante sería clave en la investigación.
“Tenemos a tu primo”: la extorsión
Cerca de la 01:20 de la madrugada, el propietario del vehículo recibió una llamada vía WhatsApp desde un número con prefijo internacional +57, en la que un sujeto aseguró tener retenido a su “primo” y exigió una transferencia de USD 2.500, enviando videos como prueba y amenazando con hacerle daño si no pagaban.
Ante esta situación, la Policía coordinó de inmediato con la Unidad Antisecuestros y Extorsión (UNASE), que desplegó personal especializado para localizar al conductor desaparecido.
La víctima fue hallada herida en el sur de Quito
A las 02:49, el propietario del vehículo recibió otra llamada, esta vez de un ciudadano que prefirió no identificarse, quien informó que la víctima, el conductor del servicio puerta a puerta que fue secuestrado, se encontraba herido en el sector de Caupicho–Guamaní.
Personal de la UNASE, junto al propietario del vehículo, se trasladó al lugar y encontró al ciudadano, quien presentaba múltiples heridas. La víctima fue llevada de urgencia a una casa de salud, donde recibió atención médica.
Así ocurrió el secuestro
Según el testimonio del conductor, cerca de las 23:00 del 21 de diciembre, tras finalizar el servicio puerta a puerta, fue interceptado por un vehículo negro, del cual descendieron dos sujetos armados, quienes lo amenazaron, golpearon y subieron a la fuerza.
Mientras era trasladado, escuchó llamadas en las que los captores mencionaban a un sujeto apodado “Maicol”, quien presuntamente daba las órdenes. Posteriormente, dos mujeres vestidas de negro subieron al vehículo y mantuvieron contacto con otro individuo al que llamaban “El Ruso”.
De acuerdo con la víctima, Fernando V. y Josselyn P. habrían sido quienes retiraron el vehículo del lugar donde ocurrió el secuestro.
Procedimiento judicial
Los dos aprehendidos fueron trasladados a una casa de salud para la emisión de los certificados médicos, incluido un examen de embarazo en el caso de la joven, y posteriormente puestos a órdenes de la autoridad competente.
El vehículo fue ingresado a los patios de retención vehicular de la Policía Judicial, mientras el caso continúa bajo investigación. Además, las autoridades no descartan la participación de más personas en esta red de secuestro y extorsión.