Nuevos detalles sobre el asesinato del futbolista Mario Alberto Pineida Martínez y de su pareja sentimental, la ciudadana peruana Guisella Fernández Ramírez, han salido a la luz. De acuerdo con información publicada por un diario nacional, en el crimen habrían participado tres motocicletas y dos vehículos, según reveló una fuente policial a ese medio.
El doble asesinato ocurrió la tarde del miércoles 17 de diciembre, en los exteriores de un local de venta de carnes ubicado en el sector de Samanes 6, al norte de Guayaquil.
Seguimiento previo y ejecución del ataque
Según lo publicado, el análisis de cámaras de seguridad permitió establecer que el futbolista era seguido desde varios puntos por las motocicletas y los dos automotores. Sin embargo, quienes ejecutaron directamente el ataque armado fueron los sicarios que se movilizaban en motocicletas.
Una fuente policial en reserva citada por el medio, explicó que una de las motocicletas cumplía la función de “limpiar el camino”, es decir, llegó antes que los sicarios para verificar el entorno. En esa labor también habría participado el vehículo.
Cuando Pineida, su pareja y su madre descendieron del vehículo en el que se movilizaban, los atacantes se acercaron y abrieron fuego. El objetivo del atentado, según la investigación, eran el futbolista y su pareja sentimental.
Huida de los atacantes
Tras el crimen, todos los involucrados huyeron del lugar. No obstante, uno de los sicarios tuvo problemas mecánicos con su motocicleta y la abandonó en el sector de Mucho Lote 1. Desde allí tomó un taxi hasta una urbanización ubicada en La Aurora, cantón Daule, según señalaría la investigación.
Posteriormente, el hombre salió del lugar junto a su pareja sentimental en un vehículo y tomó la vía a la costa. Este individuo sería quien aparece en imágenes de cámaras de seguridad que se viralizaron en redes sociales y es conocido con el alias “Catire”.
En el caso del hombre que cumplía la función de limpiar el camino, las cámaras registraron que se dirigió a un hotel en Mapasingue, en el norte de Guayaquil, donde fue detenido por la Policía durante la madrugada del jueves.
Pagos y estructura del crimen
De acuerdo con la fuente policial, al revisar el teléfono celular del detenido en Mapasingue se encontró una transferencia de 200 dólares, monto que presuntamente habría recibido por su participación. Esta pista condujo a otra mujer, de nacionalidad venezolana, quien sería la encargada de realizar los pagos a los sicarios.
La Policía llegó hasta un inmueble en la ciudadela Quisquís, donde residía la mujer que habría efectuado las transferencias. En su teléfono se hallaron comprobantes de depósitos realizados a los participantes del crimen.
Los pagos, de acuerdo con la fuente policial citada por el medio, habrían oscilado entre USD 2.000 y 3.000, mediante transferencias parciales.
Hipótesis del crimen
El investigador consultado por el medio de comunicación en Guayaquil, señaló que se manejan dos hipótesis principales. La primera apunta a que Guisella Fernández se dedicaba al préstamo de dinero y habría recibido amenazas de personas que no habrían saldado sus deudas.
La segunda hipótesis plantea que Fernández habría mantenido una relación previa con un presunto narcotraficante, a quien dejó para iniciar una relación con el futbolista. Según esta línea investigativa, ambos llevaban varios meses conviviendo juntos.
Mientras tanto, las autoridades continúan con las diligencias para esclarecer la autoría intelectual y material del crimen que conmocionó al fútbol ecuatoriano.