La playa de Tonsupa, en la provincia de Esmeraldas, fue el escenario donde la esperanza tomó forma de olas, risas y abrazos. Un total de 55 pacientes oncológicos, entre niños, jóvenes y adultos, acompañados por sus cuidadores, participaron en la octava edición de la “Navidad playera”, una iniciativa impulsada por la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, que les permitió disfrutar del mar y, para algunos de ellos, conocerlo por primera vez.
Los beneficiarios llegaron desde 10 provincias del país: Pichincha, Santo Domingo, Esmeraldas, Macas, Tungurahua, Cotopaxi, Imbabura, Tena, Manabí y Carchi, para vivir una jornada marcada por la emoción y el descanso. Durante el viaje, los participantes compartieron alimentos, rieron, jugaron y se permitieron, aunque sea por unos días, hacer una pausa en medio de los tratamientos y controles médicos.
“Viajaron a la playa a un encuentro con el agua y con la forma en que la arena sana el alma”, destacó la fundación en su publicación oficial, resaltando el valor emocional y simbólico de esta experiencia colectiva.

Además del paseo, los pacientes recibieron regalos, fundas de caramelos y donaciones, gestos que reforzaron el sentido de acompañamiento y solidaridad. Uno de los momentos más significativos fue la entrega de una silla de ruedas a una niña, un apoyo que representa mejores condiciones de movilidad y calidad de vida.
Esta octava edición de la Navidad playera contó con el respaldo de Metro Ecuador, la Fundación Vista para Todos, Condimensa y Colombina, aliados que se sumaron a esta causa y demostraron que el trabajo articulado entre organizaciones y empresa privada puede generar un impacto positivo en comunidades vulnerables.
Solidaridad que se extiende en Esmeraldas
Como parte de estas acciones solidarias, también se desarrolló un evento paralelo en el cantón Muisne, donde la Fundación Vista para Todos, en coordinación con la alcaldesa del cantón, entregó 1.500 juguetes a niñas y niños del sector, llevando alegría y esperanza a cientos de familias en esta temporada.
Iniciativas como estas evidencian que la solidaridad no solo transforma realidades, sino que también fortalece el tejido social. En cada jornada frente al mar y en cada gesto de apoyo, queda claro que juntos es posible acompañar y visibilizar a los pacientes oncológicos del Ecuador.


