Kristin Cabot, exdirectiva de la empresa tecnológica Astronomer, habló por primera vez con los medios luego del escándalo que dio la vuelta al mundo: el video viral en el que aparece con su jefe durante un concierto de Coldplay.
Lo que comenzó como un momento íntimo captado por la cámara del estadio terminó convirtiéndose en un episodio que transformó su vida personal y profesional.
El hecho ocurrió el 16 de julio de 2025, durante el concierto de Coldplay en el Estadio Gillette de Foxborough, Massachusetts. En una de las tomas del público, la cámara enfocó a Cabot junto a Andy Byron, entonces director ejecutivo de Astronomer. El clip se viralizó rápidamente.
En entrevista con The New York Times, Cabot asumió su responsabilidad y calificó lo ocurrido como una mala decisión. “Fue un error cliché después de unos cócteles de tequila”, reconoció. “Tomé una mala decisión. Asumí la responsabilidad y renuncié a mi carrera por ello. Ese es el precio que elegí pagar”.
De una noche de distracción al colapso público
Cabot inició su carrera en publicidad y ventas antes de especializarse en recursos humanos. En 2024 ingresó a Astronomer tras ser entrevistada por Byron.
Según relató, ambos atravesaban procesos personales complejos. “No me dejé llevar demasiado porque él es mi jefe”, afirmó Cabot al explicar la relación cercana que mantenían.
Tras iniciar su proceso de separación, aceptó asistir con amigos y Byron al concierto como una forma de distracción. “Quería ponerme un atuendo bonito y salir a bailar, reír y pasar una noche genial”, recordó.
El ambiente del palco VIP facilitó el acercamiento. Cabot aseguró que ese beso fue el único momento íntimo entre ambos. Incluso, recordó la duda interna que sintió en ese instante: “Quizás una parte de mi cerebro estaba dando saltos y agitando los brazos, diciendo: ‘No hagas esto’”.
La situación cambió en segundos cuando aparecieron en pantalla. “Lo que un instante antes parecía ‘alegría, alegría, alegría’ se convirtió en terror”, confesó. Al dimensionar lo ocurrido, fue contundente consigo misma: “Soy la jefa de Recursos Humanos y él el director ejecutivo. Es un cliché y una lástima”.
Amenazas, acoso y el impacto familiar
Tras abandonar el estadio, ambos reflexionaron sobre las consecuencias. “Nos quedamos sentados con la cabeza entre las manos, pensando: ‘¿Qué acaba de pasar?’”, relató. Esa misma noche informaron a la junta directiva, pero el video ya circulaba de forma masiva.
Cabot comenzó a recibir hasta 600 llamadas diarias y alrededor de 60 amenazas de muerte. “Sé que compras en Market Basket y voy a por ti”, decía uno de los mensajes. El miedo se trasladó a su entorno familiar: “Mis hijos tenían miedo de que yo muriera y ellos también”. La policía reforzó la vigilancia de su vivienda y la familia limitó su vida social.
El acoso también se dio en espacios cotidianos. En una piscina comunitaria, una desconocida fotografió a Cabot junto a su hija adolescente. “¿Por favor, podemos irnos?”, le suplicó la joven.
Renuncias, reflexiones y un llamado al debate
Tras una investigación interna, Andy Byron renunció a su cargo. Astronomer ofreció a Cabot regresar a la empresa, pero ella decidió negociar su salida. “No podía imaginar cómo podría ser jefa de Recursos Humanos siendo el hazmerreír de la gente”, explicó. En medio de la crisis, solicitó el divorcio y buscó apoyo terapéutico para sus hijos.
Cabot también cuestionó el trato desigual que percibió tras la viralización. “Creo que nos estamos frenando enormemente al menospreciarnos mutuamente”, dijo, al referirse a las críticas, muchas de ellas provenientes de mujeres. Defendió su trayectoria profesional: “Pasé gran parte de mi carrera quitándome las manos de encima”, subrayando que su ascenso fue fruto de su trabajo.

