La pequeña ciudad de Bonanza, en el condado de Sebastián, Arkansas, atraviesa días de profundo dolor tras el hallazgo sin vida de una mujer y sus dos hijos gemelos de seis años.
El caso, ocurrido a inicios de diciembre, ha generado conmoción no solo por la brutalidad del hecho, sino por los antecedentes de violencia intrafamiliar que rodeaban a la familia.
Hallazgo de los cuerpos y primeras diligencias
El miércoles 3 de diciembre, agentes policiales acudieron a una vivienda ubicada en la cuadra 1100 de 1st Avenue, luego de recibir una llamada para verificar el bienestar de sus ocupantes.
Al ingresar, encontraron los cuerpos de Charity Beallis, de 40 años, y de sus hijos gemelos, todos con heridas de bala.
La escena activó de inmediato los protocolos de investigación criminal.

La oficina del sheriff del condado de Sebastián confirmó que se realizarán autopsias para determinar oficialmente las causas de las muertes. Además, se ejecutaron órdenes de registro y se iniciaron entrevistas a personas cercanas al entorno familiar, mientras las autoridades advierten que la investigación continúa abierta y sin detenidos hasta el momento.
Un divorcio reciente y una disputa por la custodia
La noticia tomó mayor relevancia cuando se conoció que Charity Beallis se había divorciado apenas un día antes de ser hallada muerta.
Su exesposo, Randall Beallis, un médico local de 56 años, había finalizado legalmente el matrimonio el 2 de diciembre tras una audiencia en el Palacio de Justicia del condado de Sebastián, en Fort Smith.
Desde marzo de este año, la expareja mantenía una disputa legal por la custodia de los niños.
Horas después de que se confirmara la muerte de Charity, Randall Beallis presentó una moción judicial para desestimar el proceso de divorcio, argumentando el fallecimiento de la demandante.
Antecedentes de violencia intrafamiliar
Documentos judiciales y reportes de medios locales revelaron que Charity había solicitado una orden de protección para ella y sus hijos meses atrás.
En febrero, su entonces esposo fue arrestado y acusado de violencia doméstica, luego de que se reportara un episodio de agresión física que incluyó estrangulamiento.
El proceso judicial derivó en cargos por agresión agravada contra un miembro de la familia y por poner en riesgo el bienestar de menores.
Finalmente, el acusado se declaró culpable de agresión en tercer grado, pagó una multa y recibió una sentencia suspendida, además de una orden de no contacto con Charity y su entorno familiar.
Denuncias públicas y reclamos al sistema
Antes de su muerte, Charity utilizó sus redes sociales para visibilizar su situación. En una publicación, denunció sentirse desprotegida por el sistema judicial y afirmó que, pese a ser la víctima, no recibió respuestas oportunas por parte de las autoridades.
En su mensaje, expresó que intentó comunicarse con fiscales sin éxito y advirtió sobre los riesgos que enfrentaban sus hijos. Sus palabras, ahora difundidas nuevamente, han generado indignación y reavivado el debate sobre la protección a víctimas de violencia intrafamiliar.
Comunidad en duelo y exigencia de justicia
Mientras las investigaciones avanzan, vecinos y organizaciones comunitarias se han reunido para rendir homenaje a Charity y a sus hijos. Velas, flores y mensajes de solidaridad se han colocado en distintos puntos de Bonanza, como símbolo de duelo colectivo.
Las autoridades reiteraron que no se descarta ninguna hipótesis y que el objetivo es esclarecer plenamente lo ocurrido. La comunidad, por su parte, exige justicia y respuestas claras en un caso que ha dejado una profunda herida y ha puesto en el centro la urgencia de fortalecer la protección a víctimas de violencia familiar.

