La salida de María Corina Machado de Venezuela no fue un simple viaje político, sino una operación de extracción de alto riesgo que mantuvo en alerta a sus colaboradores y a varios gobiernos.Según reveló The Wall Street Journal, la líder opositora estuvo a la deriva durante más de tres horas en el Golfo de Venezuela, incomunicada y expuesta a un mar agitado, hasta ser localizada por un equipo especializado.
El operativo fue dirigido por Bryan Stern, un veterano de combate estadounidense y fundador de Grey Bull, una empresa dedicada a rescates en zonas de conflicto.La misión fue bautizada como “Operación Dinamita Dorada”, en alusión a Alfred Nobel, inventor de la dinamita y creador del premio que Machado debía recibir en Oslo.
“Mover a María es como mover a Hillary Clinton”, relató Stern, al describir el nivel de atención y riesgo internacional que implicaba el operativo.
El inicio: una salida clandestina desde Caracas
Machado abandonó su escondite en las afueras de Caracas disfrazada y con una peluca para evitar ser reconocida.Desde allí viajó por tierra hasta un pequeño pueblo pesquero en la costa del Caribe venezolano, donde abordó una lancha de pesca artesanal rumbo a Curaçao, una isla neerlandesa situada a unas 12 horas de navegación.
La embarcación fue elegida por su aspecto discreto, con el objetivo de no despertar sospechas del régimen venezolano ni de las fuerzas estadounidenses, que patrullan la zona por narcotráfico.Sin embargo, una falla mecánica retrasó la salida 12 horas, y el grupo debió zarpar al anochecer en medio de oleaje de hasta tres metros.
Durante la travesía, uno de los tripulantes sufrió mareos y el mal tiempo complicó el avance, aunque también ayudó a evadir los radares marítimos.El riesgo era alto: la embarcación carecía de GPS funcional y se desvió más de 40 kilómetros del punto de encuentro acordado.
La búsqueda en el Caribe
Cuando Stern perdió contacto con la lancha de Machado, inició una búsqueda contrarreloj.Las comunicaciones se restablecieron cerca de las once de la noche, tras horas de incertidumbre.El equipo de rescate localizó la embarcación, verificó que los ocupantes no estuvieran armados y trasladó a Machado a una nave principal.
Para confirmar el éxito, Stern envió una fotografía por satélite a funcionarios estadounidenses con el mensaje:
“Jackpot, jackpot, jackpot”, señalando que la líder venezolana estaba a salvo.
En un video grabado como prueba de vida, Machado aparece agotada, con el rostro afectado por el oleaje, pero sonriente:
“Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, a salvo y muy agradecida”, declaró.
De Curaçao a Oslo: el tramo final
Ya en Curaçao, la opositora permaneció solo unas horas. Stern notificó de forma reservada a las autoridades neerlandesas sobre su llegada, sin ofrecer detalles para no comprometerlas ante el régimen de Maduro.A las 6:42 de la mañana del martes, abordó un jet privado rumbo a Oslo (Noruega), donde su hija la esperaba tras recibir el Premio Nobel de la Paz en su nombre.
Machado calificó la travesía como “un milagro” y agradeció a quienes participaron en el operativo.
“Fue una operación increíblemente humana y arriesgada. Estoy viva gracias a la valentía de quienes no se rindieron”, afirmó.
Operación Dinamita Dorada: coordinación y discreción
El operativo contó con la participación de más de 30 personas distribuidas entre Venezuela, el Caribe y Estados Unidos.Aunque no hubo apoyo financiero del gobierno estadounidense, autoridades del Pentágono y del Departamento de Estado fueron informadas en tiempo real del avance del rescate.
El plan contempló nueve escenarios alternativos, desde rutas aéreas y marítimas hasta vías por Colombia y Guyana, pero finalmente se ejecutó la opción más riesgosa.Para despistar a posibles agentes del régimen, el equipo difundió rumores falsos sobre el paradero de Machado, incluyendo versiones que la ubicaban en Europa o rumbo a Colombia.
🔹 Una operación que desafió al régimen venezolano
El escape de Machado representa uno de los episodios más audaces en la historia reciente de la oposición venezolana.La dirigente había pasado a la clandestinidad tras ser inhabilitada políticamente y excluida de las elecciones de 2024, pese a que su partido fue reconocido como vencedor por varios países.
Fuentes diplomáticas indicaron que Machado permanece bajo resguardo en Noruega, desde donde planea iniciar una gira internacional para denunciar la persecución del régimen de Nicolás Maduro y promover la presión internacional por la democracia en Venezuela.

