La líder opositora venezolana y reciente Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, se ha erigido como la voz de la esperanza y la denuncia para su país. Este jueves, desde Oslo, tras la emotiva ceremonia de entrega del galardón (recibido por su hija, Ana Corina Sosa), Machado se reunió con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, y lanzó un mensaje contundente: Venezuela debe ser “libre” para dar la bienvenida a todos los compatriotas que se han visto forzados a huir.
El Nobel: Un Reconocimiento al Pueblo Venezolano
En una rueda de prensa, Machado agradeció el prestigioso premio, no como un reconocimiento personal, sino como un “reconocimiento al pueblo venezolano” y a la lucha colectiva. Se presentó a sí misma como “solo una de entre los millones de personas que conforman un movimiento por la democracia”. Este enfoque subraya el carácter popular y la magnitud del clamor por el cambio en la nación caribeña.
“Venezuela Ya Está Invadida”
La declaración más explosiva de su intervención fue la respuesta a una pregunta sobre una posible intervención militar externa, en referencia a Estados Unidos. María Corina Machado afirmó categóricamente que Venezuela “ya ha sido invadida”, pero no por fuerzas occidentales, sino por actores que operan con la complicidad del régimen de Nicolás Maduro.
“Venezuela ya ha sido invadida. Tenemos agentes rusos, tenemos agentes iraníes. Tenemos grupos terroristas como Hezbolá y Hamás operando libremente con el beneplácito del régimen,” denunció Machado.
Además de estos agentes foráneos, la líder opositora señaló la presencia de la guerrilla colombiana y los carteles de la droga, a los que acusó de haber tomado el control del 60% de la población. Sus actividades, según Machado, van más allá del narcotráfico, incluyendo la trata de personas y redes de prostitución, transformando a Venezuela en el “centro criminal de las Américas.”
Petición a la Comunidad Internacional
Según la Nobel de la Paz, el régimen se sostiene gracias a un “fuerte sistema de represión” financiado principalmente por el tráfico de armas y el petróleo. Su estrategia para lograr el cambio es clara: debilitar el sostén económico del Gobierno.
Machado hizo un llamado directo a la comunidad internacional, y específicamente a Noruega (país que ha ejercido de mediador en el conflicto), para que ayuden a cortar estos flujos de recursos ilícitos. Argumenta que al secarse estas fuentes de financiación, el régimen “se terminará, porque eso es lo que le queda”.
El primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, si bien no se comprometió directamente a las acciones solicitadas, reafirmó su postura: “En Venezuela tenemos una situación donde un régimen autoritario combate a su propia gente, con millones de refugiados,” y aseguró que Noruega respeta la “voluntad” del pueblo venezolano y el derecho internacional.