El presidente Daniel Noboa dio un mensaje firme y directo contra el crimen organizado durante la posesión del Alto Mando Militar, asegurando que el país no retrocederá en su lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y las mafias que operan en territorio nacional.
Desde el inicio de su intervención, Noboa reconoció el papel decisivo de los militares frente a un enemigo que —según dijo— “renunció a todo principio, que corrompe, intimida y se ampara en políticos sin lealtad a la patria”.
A pesar de la brutalidad del conflicto, destacó que las tropas han demostrado “el espíritu de un país que no se rinde” y que se mantiene firme en defensa de la República.

“Primero se rendirán las mafias”
En un momento clave de su intervención, Noboa lanzó la frase que marcó el tono de la jornada:
“Jamás nos rendiremos. Primero se rendirán las mafias. Primero se van a rendir los criminales y vamos a prevalecer.”
El mandatario afirmó que su objetivo es devolver la paz a las familias ecuatorianas y que la historia deberá recordar que quienes hoy integran las Fuerzas Armadas “lucharon por un mejor país”.
Respaldo absoluto a los militares
Noboa reiteró que su Gobierno respalda “el compromiso y el sacrificio” de los hombres y mujeres de la institución militar, advirtiendo que cualquier persona que ataque o desprestigie a los uniformados “tendrá que enfrentarse conmigo primero”.
Recordó también que su administración ha equipado a las fuerzas con chalecos, vehículos, armamento y tecnología moderna, y que en los momentos de mayor presión “hemos dado un paso al frente, siempre protegiendo a nuestros soldados”.
Un nuevo marco jurídico y apoyo privado
El presidente destacó la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, normativa que —según dijo— brinda claridad operativa y respaldo legal al trabajo militar. Esta ley, afirmó, permitió que el sector privado se sume a la lucha contra el terrorismo donando equipamiento e infraestructura.
“No toleraremos que unos pocos manchen el uniforme”
Noboa subrayó que el uniforme militar “merece respeto, confianza e integridad”. Aunque reconoció intentos por empañar la imagen institucional, insistió en que el Gobierno confía plenamente en la integridad de las Fuerzas Armadas.
A la vez, aseguró que no permitirá que casos aislados desprestigien el trabajo de quienes se “juegan la vida todos los días”.

