¿El cometa 3I/Atlas representa un riesgo para la Tierra? Según información oficial de la NASA, la respuesta es NO. Aunque el visitante interestelar cruzó la órbita de Marte, su trayectoria no lo acercará a la Tierra, y su paso será lejano y seguro para el planeta. Esta aclaración, publicada por la agencia espacial estadounidense, ha reducido la ola de especulaciones en redes sociales y foros astronómicos. El máximo acercamiento ocurrirá el 19 de diciembre de 2025, cuando el cometa se encuentre a unos 270 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia casi dos veces mayor a la que nos separa del Sol.
¿Cuál será la distancia del cometa 3I/Atlas respecto a la Tierra?
De acuerdo con los datos publicados por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, el cometa 3I/Atlas seguirá una trayectoria que lo aleja gradualmente del Sol y, por ende, de nuestro planeta.En su punto más cercano —conocido como closest approach— estará a 1,8 unidades astronómicas, lo que equivale a aproximadamente 270 millones de kilómetros. Esta distancia es considerada totalmente segura dentro de los estándares de observación de objetos interestelares.
¿Por qué no existe riesgo de impacto?
Los especialistas de la NASA explican que los objetos que provienen desde fuera del sistema solar tienden a seguir órbitas hiperbólicas, lo que significa que su paso es único y no quedan atrapados por la gravedad solar.
- 3I/Atlas no cambiará de trayectoria hacia la Tierra.
- No existe perturbación gravitacional cercana que pueda desviar su curso.
- Su movimiento actual indica que, tras cruzar el sistema solar interior, volverá al espacio profundo.
Por lo tanto, incluso si su paso genera interés científico —al ser el tercer objeto interestelar registrado tras ‘Oumuamua y 2I/Borisov—, no representa una amenaza para la seguridad del planeta.
¿Por qué el cometa genera tanta atención?
El cometa 3I/Atlas ha sido objeto de múltiples teorías debido a su origen interestelar y a la precisión con la que cruzará ciertas regiones del sistema solar. Sin embargo, la comunidad científica insiste en que su comportamiento coincide con lo esperado para cuerpos de su tipo.
La NASA continuará monitoreando su trayectoria hasta 2026, pero recalca que no hay escenarios en los que 3I/Atlas pueda representar un peligro para la Tierra.