Lo que comenzó como un intento por encajar en los estándares de belleza impuestos por la sociedad, terminó transformándose en una tragedia personal. Mayra del Villar decidió someterse a una cirugía de bypass gástrico para adelgazar, tras recibir comentarios crueles. Sin embargo, lo que parecía una solución para mejorar su vida, terminó en un recorrido de dolor y complicaciones que le costaron su estómago.
¿Cómo ocurrió la tragedia?
Mayra optó por una cirugía gratuita de bypass gástrico, atraída por la promesa de perder peso y finalmente cumplir con las expectativas sociales. Sin embargo, el procedimiento se realizó sin las condiciones adecuadas y con un equipo médico que no cumplió con los estándares necesarios, lo que resultó en un sinfín de complicaciones. Los órganos de Mayra se desplazaron, se pegaron entre sí, y una infección se extendió por su cuerpo. Los jugos gástricos comenzaron a invadir áreas donde no debían estar, provocando daños irreparables.
A lo largo de los meses, Mayra pasó largas estancias en el hospital, enfrentándose a varias cirugías y perdiendo partes de su cuerpo vitales para la vida. Perdió su bazo, tres metros de intestino, y quedó postrada en una cama durante más de un año, dependiendo de una silla de ruedas para movilizarse.
Una vida sin estómago
Hoy, Mayra del Villar se ha convertido en una de las pocas personas en el mundo que vive sin estómago. Su vida diaria está marcada por una rutina estricta de cuidados, alimentación controlada y fatiga constante. Pero lo más sorprendente de su historia es la superación personal que ha alcanzado.
“Tuve que aprender a comer y a caminar nuevamente”, relata Mayra, quien narra el momento más impactante de su vida: “Cuando los médicos descubrieron que mi estómago estaba ubicado entre el miocardio y los pulmones, completamente dañado y desintegrado, no hubo otra opción: tuvieron que retirarlo por completo”.
Con cicatrices físicas y emocionales, Mayra ha tenido que redefinir su vida y adaptarse a nuevas formas de cuidado personal, siempre con un enfoque en la disciplina y la conciencia de su propio cuerpo.
Mayra como influencer
Hoy en día, Mayra no vende un cuerpo perfecto ni el ideal de belleza convencional. Con miles de seguidores, comparte su experiencia personal y su mensaje de aceptación y resiliencia.
“Se puede vivir sin estómago”, dice con emoción, y agrega: “Pero no sin una voz dispuesta a hablar”.
Su historia se ha convertido en un faro de esperanza para aquellos que alguna vez se sintieron insuficientes o invisibles, aquellos que miraron su reflejo y desearon desaparecer por sentir que ocupaban más espacio del que debían.