Este jueves 20 de noviembre de 2025, un hombre de Wisconsin, Estados Unidos, fue sentenciado a 25 años de prisión tras admitir que disparó accidentalmente contra su hijastro de 8 años mientras le presumía sus armas de fuego. El caso ha causado conmoción nacional y reactivó el debate sobre la accesibilidad y manejo irresponsable de armas en hogares estadounidenses.
El responsable, identificado como Steven Maikel, de 53 años, se declaró culpable en agosto de este año por el delito de homicidio imprudencial en primer grado por la muerte del pequeño Michael Meagher, ocurrida el 20 de enero.
El disparo que acabó con la vida del niño
Según la denuncia fiscal, Maikel ingresó a la habitación del menor para mostrarle varias de sus armas. Tomó una pistola 9 milímetros, retiró el cargador y —creyendo erróneamente que el arma estaba descargada— apuntó al niño y accionó el gatillo.El disparo impactó de lleno al menor.
En estado de pánico, el hombre primero llamó a la abuela del niño, quien le indicó que debía contactar de inmediato a los servicios de emergencia. Cuando los paramédicos llegaron, encontraron a Maikel cubierto de sangre y alterado, mientras el niño yacía en el suelo y era sometido a maniobras de reanimación.
Michael fue trasladado a un centro de salud, donde se confirmó su fallecimiento.
“Quería verse genial”
Durante su declaración, Maikel confesó que quería “verse genial” frente al niño al mostrarle una pistola eléctrica y su arma de fuego. Reconoció que cometió “algo estúpido” y admitió que el menor no tuvo ninguna culpa en lo ocurrido.
La sentencia incluye 25 años de cárcel y 10 años de supervisión comunitaria tras su liberación.
La madre recuerda a su hijo
La madre del niño, Melissa, describió a Michael como un niño alegre, sociable y con una habilidad natural para hacer amigos. Contó que guardaba con cariño incluso los dibujos que otros niños le regalaban. “Tenía un sentido del humor increíble y una risa que iluminaba el día de cualquiera”, expresó