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Empleado de Apple llamado Sam Sung cambia su nombre para evitar promocionar a la competencia

La curiosa historia del hombre que comparte nombre con una famosa marca de tecnología

El empleado de Apple Sam Sung cambia su nombre para no hacerle publicidad a la competencia
El empleado de Apple Sam Sung cambia su nombre para no hacerle publicidad a la competencia

Lo que comenzó como una simple coincidencia terminó convirtiéndose en una de las historias más curiosas del mundo tecnológico. Sam Sung, un joven escocés que trabajaba para Apple, se volvió viral hace algunos años por una insólita razón: su nombre coincidía con el de la marca rival, Samsung.

Sung trabajaba como especialista en una tienda Apple de Vancouver, Canadá, cuando en 2012 un cliente publicó en internet una foto de su tarjeta de presentación. En ella se leía, junto al icónico logo de la manzana, su nombre completo: Sam Sung. La imagen se propagó rápidamente por redes sociales, generando bromas, memes y titulares en medios de todo el mundo.

Empleado de Apple llamado Sam Sung cambia su nombre para evitar promocionar a la competencia
Empleado de Apple llamado Sam Sung cambia su nombre para evitar promocionar a la competencia

“Mi teléfono no paraba de sonar, pensé que algo grave había pasado. No entendía por qué mi nombre se había convertido en una noticia mundial”, recordó el ex empleado en una entrevista reciente.

La situación, aunque divertida para muchos, no fue tan sencilla para él. Apple decidió retirarlo temporalmente del área de ventas mientras la atención mediática se calmaba, y el propio Sam confesó que temió perder su trabajo por la coincidencia.


Tras la gran controversia, este fue el nuevo nombre que eligió

Después de dejar Apple en 2013, Sam decidió dar un paso drástico: cambiar legalmente su apellido. Así nació Sam Struan, inspirado en una pequeña localidad escocesa. “No quería que mi nombre siguiera siendo una broma. Era agotador que la gente me recordara solo por eso”, explicó.

Sin embargo, lejos de renegar de su pasado, Sam encontró una forma positiva de cerrar el episodio. En 2014 subastó su antigua tarjeta de presentación y su uniforme de Apple, donando más de 2.500 dólares a una fundación infantil.

Hoy, Struan trabaja en consultoría y reclutamiento, pero sigue siendo recordado por la historia que lo hizo famoso. “A veces pienso que debí disfrutar más el momento. Era algo único, aunque me costó trabajo entenderlo así”, admitió.

Su historia se ha convertido en un ejemplo de cómo la viralidad puede transformar lo cotidiano en un fenómeno global, y de cómo incluso un nombre puede convertirse en una marca o en una carga.

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