Una tragedia ocurrió en Whitestown, un suburbio de Indianápolis, cuando María Florinda Ríos Pérez, una empleada doméstica de 32 años, fue asesinada por el dueño de una vivienda tras equivocarse de casa. El suceso tuvo lugar la mañana del miércoles 5 de noviembre.
¿Cómo ocurrió el tiroteo fatal?
Según el comunicado oficial de la policía, el cuerpo de la mujer fue encontrado poco antes de las 7:00 de la mañana, en el porche de la casa donde fue disparada. María formaba parte de un equipo de limpieza que, por error, se presentó en la dirección equivocada.
El esposo de María, Mauricio Velázquez, relató a los medios locales de Indianápolis, WRTV, que ambos llegaron a la casa para limpiar, pero él no se percató de lo ocurrido hasta que su esposa cayó herida en sus brazos.
“Ella estaba sangrando, fue cuando me di cuenta de que le habían disparado”, declaró Velázquez, visiblemente afectado.
Recaudación de fondos para el entierro
A través de una página de recaudación de fondos, el hermano de María describió a la mujer como una madre de cuatro hijos. La policía confirmó que la víctima era originaria de Indianápolis, aunque su familia planea llevarla a Guatemala para su entierro.
Hasta el momento las autoridades no han revelado la identidad del agresor, pero indicaron que los resultados de la investigación ya han sido entregados al fiscal del condado de Boone, Kent Eastwood. Sin embargo, Eastwood advirtió que la decisión de presentar cargos en este caso no será fácil.
La Doctrina del Castillo: ¿Qué implica la ley de autodefensa en EE. UU.?
El fiscal Eastwood mencionó que este caso pone en evidencia la aplicación de la Doctrina del Castillo, una ley en algunos estados de EE. UU. que permite el uso de la fuerza, incluso letal, para defender el hogar de una entrada no autorizada. Esta doctrina, que se basa en la idea de que una persona tiene derecho a proteger su propiedad, ha sido citada en varios casos recientes de tiroteos en los Estados Unidos.
El fiscal también señaló que, en incidentes similares, algunos fiscales han logrado presentar cargos contra individuos que dispararon frente a sus hogares, como en el caso de un hombre de 86 años que disparó contra Ralph Yarl, un adolescente afroamericano que tocó su puerta por error.