Un video que circula en redes sociales ha causado gran indignación: el boxeador británico Ross Kitchen fue acusado de agredir violentamente a un taxista turco durante un traslado desde el aeropuerto de Estambul. El hecho, ocurrido en abril de 2025, podría costarle hasta 33 años de cárcel, según la Fiscalía General de Estambul.
El ataque que conmocionó a Turquía
El incidente tuvo lugar la madrugada del 25 de abril de 2025 en el distrito de Eyüpsultán, cuando el taxista Kadir Bicer, de 56 años, recogió a Kitchen en el aeropuerto. De acuerdo con la acusación fiscal, el deportista inició una agresión dentro del vehículo y continuó golpeando al conductor en la vía pública, provocándole fracturas y lesiones graves.
Las cámaras del taxi captaron el momento en que el boxeador, visiblemente alterado, comenzó a actuar de forma errática antes de lanzar los primeros golpes.
“Pensé que me estaban secuestrando”
Durante la audiencia en el 18.º Tribunal Penal Superior de Estambul, Kitchen, de 33 años, admitió haber atacado al conductor, aunque aseguró que su comportamiento se debió a un trastorno psicológico.
“No me sentía bien ni siquiera antes de venir a Turquía. Pensé que me estaban secuestrando. Por eso ataqué”, declaró ante el juez, según el medio Yeniakit.
El boxeador también alegó que sufre ataques de pánico y negó haber tenido intenciones de robo, afirmando que actuó “por miedo”.
El testimonio del taxista
La víctima, Kadir Bicer, relató ante el tribunal los momentos de terror que vivió aquella noche.
“El pasajero empezó a hablar solo y a reírse. Me arrebató el teléfono, me metió los dedos en los ojos y me giró el cuello”, dijo Bicer.
Durante el ataque, el taxista aseguró que fue mordido, golpeado y pateado en la cabeza repetidas veces, incluso después de detener el vehículo.
“Me sangraba la mano y el ojo. Me robó dinero y dañó el coche. No podía mover los dedos”, relató entre lágrimas.
Bicer añadió que las consecuencias fueron devastadoras:“Me he quedado ciego, tengo pesadillas todas las noches. He perdido una extremidad. Ninguna de mis lesiones ha sanado”.
La acusación formal sostiene que el boxeador robó aproximadamente 60.000 liras turcas (unos USD 1.800) y 45 euros durante la agresión.
Los cargos y el proceso judicial
La Fiscalía General de Estambul imputó a Kitchen por “lesiones dolosas con agravantes y robo con premeditación”, delitos que podrían acarrearle una pena de hasta 33 años de prisión.
El tribunal dispuso prisión preventiva y fijó una nueva audiencia para continuar con la valoración de pruebas, incluyendo videos de la cámara del taxi y declaraciones de testigos.

Por su parte, la defensa del boxeador insiste en que no existió intención de robo y que su cliente actuó bajo un trastorno psicológico severo.
El caso sigue abierto en el sistema judicial turco, mientras la sociedad local exige una sentencia ejemplar.
