Un niño de 13 años fue abatido por un agente policial en Carolina del Norte, Estados Unidos, luego de ser señalado como el principal sospechoso del asesinato de su abuela, identificada como Connie Linen, de 68 años.
El hecho ocurrió en el condado de Hoke, donde la Oficina del Sheriff recibió un llamado para verificar el bienestar de una persona en una vivienda de Pearce Place, Raeford. Al llegar al sitio, los uniformados encontraron a la mujer sin vida dentro de la residencia.
De acuerdo con las autoridades, el menor —identificado solo como “J.A.”— fue acusado de asesinato en primer grado y ubicado más tarde en el condado de Lee, dentro de un vehículo robado propiedad de la víctima.
Cuando los agentes intentaron detenerlo, el adolescente huyó hacia una zona boscosa y, según el reporte oficial, intentó atacar a uno de los policías con un trozo de madera. En respuesta, el oficial disparó su arma de fuego, provocando la muerte inmediata del menor.
El Sheriff Roderick Virgil calificó el hecho como “una tragedia profundamente dolorosa para ambas familias” y pidió a la comunidad “comprensión y compasión” ante la situación.
La Oficina Estatal de Investigación de Carolina del Norte (SBI) asumió el caso y realizará una investigación independiente, como lo establece el protocolo en incidentes donde están involucrados agentes del orden.

