Una investigación reciente del programa periodístico Aló Aotearoa, con sede en Nueva Zelanda, revela que los ecuatorianos migrantes en Oceanía pueden llegar a ganar entre USD 2 800 y más de 3 000 mensuales, dependiendo del país, la jornada laboral y el tipo de empleo.
Los datos fueron obtenidos tras entrevistas, revisión de políticas laborales y recopilación de experiencias migratorias de latinoamericanos radicados en Australia y Nueva Zelanda, dos de los destinos más buscados por jóvenes profesionales y trabajadores ecuatorianos en los últimos años.
Aunque ambos países presentan costos de vida elevados, sus salarios mínimos superan los USD 20 por hora, una cifra que marca una diferencia significativa frente a los ingresos promedio en Ecuador.
En Nueva Zelanda el salario es USD 23,00, pero en las granjas pueden llegar a pagar entre USD 25 a 30, por lo que se podría llegar a ganar más USD 3.000.
En Australia: hasta USD 2 800 mensuales en jornada completa
De acuerdo con la investigación de Aló Aotearoa, Australia es el país que ofrece los salarios más altos para trabajadores extranjeros en la región. Desde el 1 de julio de 2025, el salario mínimo nacional es de AU$ 24.95 por hora, equivalente a unos USD 16,30.
Un trabajador con jornada completa de 38 horas semanales puede ganar alrededor de AU$ 948 por semana, es decir, entre AU$ 3 800 y AU$ 4 000 mensuales antes de impuestos, es decir USD 2 800.
Los migrantes con la Working Holiday Visa —una modalidad que permite trabajar y viajar temporalmente— pagan una tasa reducida del 15 % sobre los primeros AU$ 45 000 anuales.
Los tipos de trabajo más comunes entre ecuatorianos y latinoamericanos en Australia son:
- hostelería y turismo (hoteles, restaurantes, cafeterías),
 - construcción y mantenimiento,
 - agricultura y horticultura estacional,
 - servicios domésticos y limpieza.
 
En los trabajos casuales o temporales, las ganancias pueden variar entre AU$ 200 (131) y AU$ 500 (USD 328) semanales, según las horas trabajadas y el sector.
“El ingreso mensual puede permitir ahorrar, sobre todo fuera de las grandes ciudades como Sídney o Melbourne”, detalla el informe de Aló Aotearoa.

