Después de 738 días sin ver la luz del sol, Evyatar David, uno de los 44 asistentes del festival de música Nova secuestrados por Hamas el 7 de octubre de 2023, recuperó su libertad el pasado lunes.
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El joven israelí de 24 años fue liberado junto con otros 19 rehenes como parte del acuerdo que puso fin a la guerra en Gaza, un hecho que marca el cierre de una de las historias más dolorosas surgidas del ataque más sangriento en la historia reciente de Israel.
Dos años de oscuridad y cautiverio
El día del ataque, Evyatar tenía 22 años y asistía al festival junto a su amigo de la infancia Guy Gilboa Dalal, quien también fue liberado esta semana.
Ambos fueron capturados por Hamas durante la masacre del 7 de octubre, en la que 1.195 personas fueron asesinadas y cerca de 250 fueron tomadas como rehenes.
Desde entonces, Evyatar fue trasladado a los túneles subterráneos de Gaza, donde permaneció en condiciones infrahumanas.
Sus padres, Avishai y Galia David, se enteraron de su secuestro a través de una fotografía difundida en Telegram.
Su antes y ahora:
En la imagen, el joven aparecía esposado, iluminado solo por una linterna, una postal que se volvería símbolo del dolor de las familias israelíes.
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Durante los siguientes meses, las únicas señales de vida provenían de los videos de propaganda difundidos por Hamas, en los que se veía a Evyatar notablemente debilitado.
Un símbolo de resistencia israelí
Durante su cautiverio, Evyatar fue encadenado, privado de comida y obligado a cavar su propia tumba, según denunció el Gobierno israelí.
Uno de los videos más estremecedores, difundido en agosto de 2025, lo mostraba demacrado y sin luz natural, cavando un hoyo mientras decía: “Estoy cavando el hoyo que me corresponde”.
Su hermano Ilay David se transformó en una de las voces más visibles del movimiento que exigía la liberación de los secuestrados.
En agosto, intervino ante el Consejo de Seguridad de la ONU, advirtiendo que los rehenes estaban “al borde de la muerte”.
El reencuentro que conmovió a Israel
La liberación de Evyatar fue recibida con emoción nacional. En un video difundido por redes sociales se ve al joven abrazando a sus padres y hermanos, visiblemente débil pero sonriente, mientras dice:
“Ya está todo bien”. La imagen se viralizó como un símbolo de esperanza tras dos años de angustia colectiva.
El Gobierno israelí celebró su regreso con un mensaje en la red X: “Su fortaleza y determinación representan la del pueblo de Israel”.
Los allegados de Evyatar esperan que, con el tiempo, pueda retomar su pasión por la música y cumplir su sueño de viajar por el mundo para estudiar producción musical. Su historia, marcada por la oscuridad, el sufrimiento y finalmente la esperanza, es hoy un testimonio de resistencia y humanidad en medio del horror.