El pasado miércoles 24 de septiembre, un escalofriante caso de violencia de género y trata de personas conmocionó a la provincia de Santa Fe, Argentina.
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Una joven de 16 años acudió a las autoridades para denunciar que había logrado escapar de su captor, quien la mantuvo secuestrada y sometida a explotación sexual durante cinco años, desde que ella tenía apenas 11 años. Lo hizo en compañía de su bebé de 11 meses.
El descuido que lo cambió todo
La oportunidad de escape se presentó el martes, cuando la víctima, cuya identidad se mantiene en reserva, aprovechó un descuido de su pareja al dejar la puerta sin seguro. Con su bebé en brazos, la joven logró salir de la vivienda.
Una vecina solidaria le brindó de inmediato asistencia y refugio, desde donde contactaron a la policía para iniciar la denuncia formal.
Cinco años de calvario
En su declaración, la adolescente relató el horroroso confinamiento al que la sometía su pareja, un joven de 19 años. La joven denunció que él la mantenía encerrada y la golpeaba constantemente.
La agresión no se limitaba a su captor. Según el testimonio, la suegra también la agredía físicamente y la obligaba a prostituirse. El relato de la víctima reveló un nivel de crueldad aún mayor, pues su bebé de 11 meses también era víctima de maltrato, sufriendo quemaduras con cigarrillos y espirales.
La joven añadió que esta no era su primera tentativa de fuga, pero las veces anteriores su captor había logrado evitar que huyera.
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Detención y Protección a la Víctima
Tras recibir la denuncia, la Policía de Investigaciones (PDI) y la Agencia de Trata de Personas y Violencia de Género actuaron con celeridad. Durante un operativo de allanamiento en el inmueble, se logró la detención de los tres adultos implicados.
Además de las detenciones, las autoridades incautaron armas de fuego, un arma blanca, drogas y diversos elementos electrónicos, que serán clave en el desarrollo de la investigación.
La fiscal Vivian Galeano dispuso que los tres adultos sean notificados formalmente como imputados en la causa. Actualmente, la adolescente y su bebé se encuentran fuera de peligro y bajo la protección integral de las autoridades competentes.