Con la voz entrecortada, Carlos Arellano, padre de la menor, relató que la cirugía estética se realizó el 12 de septiembre en la Clínica Santa María, Durango, sin su autorización. Además, denunció que el certificado de defunción consignó “enfermedad” como causa de muerte, algo que considera un intento de encubrimiento.
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Padre denuncia a la madre y al médico
Carlos Arellano exigió que se investigue a todos los responsables: “El doctor, la madre, el hospital, sus administrativos y quienes participaron en este encubrimiento”.

Relato de lo sucedido
La noticia ha generado atención en medios locales y nacionales, mientras se espera que la autopsia determine la causa exacta del fallecimiento de Paloma Nicole.
El padre agregó que, inicialmente, la madre le había dicho que llevarían a la adolescente a unas cabañas porque había contraído COVID-19.
Días después recibió la noticia de que Paloma estaba grave y hospitalizada. Al llegar al hospital Santa María, la encontró intubada, sin poder comunicarse.
Tanto él como la madre habían firmado el certificado de defunción señalando que no procedían legalmente contra nadie, pero al conocer los detalles de la cirugía, Carlos acudió un día después a la Fiscalía para solicitar que se practicara la necropsia.

Intervenciones adicionales y hallazgos
El comisionado de la Coprised, Saúl Fernández Saracho, confirmó que, además del aumento de pecho, a la adolescente se le realizó una lipoescultura abdominal días antes de su muerte. Esto refuerza las denuncias sobre la cirugía sin consentimiento y evidencia los riesgos de procedimientos estéticos en menores de edad.
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Investigación en curso
La fiscalía de Durango informó que la investigación sigue abierta y que tanto la madre como el médico podrían enfrentar sanciones si se comprueba negligencia o participación en la cirugía ilegal.

Las autoridades sanitarias y ministeriales continúan las pesquisas para esclarecer responsabilidades y determinar si hubo omisiones médicas o irregularidades legales en el procedimiento.