El diseñador Giorgio Armani, considerado el ‘rey’ de la moda italiana, falleció este jueves a los 91 años en Milán. Su partida marca el fin de una era que transformó para siempre la forma de vestir al mundo.
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De acuerdo con medios internacionales, sus últimas horas de vida estuvo acompañado de su familia y de Leo Dell’Orco, su compañero durante los últimos 20 años, informó su grupo empresarial.
“Con infinito pesar, el grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable motor: Giorgio Armani. El señor Armani, como siempre le han llamado con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció tranquilamente, rodeado de sus seres queridos. Incansable, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los diversos y siempre nuevos proyectos en curso y en desarrollo”, comunicó la casa de moda.
Infección pulmonar
Hace unas semanas, poco antes de cumplir 91 años, una infección pulmonar lo obligó a hospitalizarse y a convalecer en su casa de la Via Borgonuovo de Milán, lo que le obligó perderse el desfile masculino de alta costura en junio, algo muy poco frecuente en este incansable trabajador que nunca dejó los talleres.
El patrimonio que deja Armani
Al momento de su fallecimiento, Giorgio Armani dejó un imperio valorado en más de 12.1 miles de millones, consolidado en el sector de la moda, el lujo, la hospitalidad y otros negocios relacionados, de acuerdo con Forbes, al 31 de agosto de 2025.
Estas cifras coinciden con las posiciones que ocupaba entre los más acaudalados de Italia: por ejemplo, Forbes lo situaba como el tercer hombre más rico del país.
Ícono de la elegancia
Nacido el 11 de julio de 1934 en Piacenza, Armani comenzó su carrera en el mundo de la moda en la década de 1960, trabajando para la casa Nino Cerruti. En 1975 fundó su propia firma, Giorgio Armani S.p.A., junto a su socio de vida y negocios, Sergio Galeotti.
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Su enfoque minimalista y sofisticado redefinió el concepto de elegancia masculina y femenina. Fue pionero en eliminar las estructuras rígidas de los trajes, logrando una silueta más relajada pero con porte. Su estilo atemporal lo convirtió en favorito de Hollywood y figuras como Richard Gere, Cate Blanchett y Michelle Obama.
Un imperio construido con discreción
A lo largo de su carrera, Armani construyó uno de los imperios de moda más sólidos e independientes del planeta. Rechazó vender su firma y mantuvo el control total, expandiéndose con éxito a perfumes, mobiliario, hoteles de lujo y hasta restaurantes.
Con más de 8.000 empleados y presencia en más de 100 países, Giorgio Armani fue símbolo de integridad creativa y visión empresarial. Incluso en sus últimos años, seguía participando activamente en las decisiones clave de la marca.
Un adiós sin escándalos
Armani se mantuvo fiel a una vida alejada de los excesos del mundo de la moda. Sin redes sociales, sin polémicas públicas, solo diseño puro. Su legado no solo vive en sus colecciones, sino en una generación de diseñadores que se inspiraron en su forma sobria de entender la belleza.