Después de nueve meses en la capital ecuatoriana, Úrsula Strenge y su hija Camila Nogales regresaron a Guayaquil. La joven, de 23 años, enfrentó una trombosis venosa cerebral, condición que la mantuvo bajo estrictos cuidados médicos desde noviembre de 2024.
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Una batalla médica de meses
El problema de salud comenzó el 22 de noviembre de 2024, fecha de cumpleaños de Camila. Los síntomas iniciales —dolores de cabeza intensos, somnolencia y dificultad para hablar— derivaron en un diagnóstico de dos trombos en el cerebro, lo que obligó a una hospitalización inmediata.
La hija mayor de Strenge permaneció dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) antes de mostrar señales de mejoría. En abril de 2025 recibió el alta hospitalaria, pero en mayo debió volver a la UCI tras someterse a una cirugía que no tuvo los resultados esperados.
Tratamientos y apoyo solidario
Frente a la evolución lenta, la familia optó por una terapia regenerativa con células madre, cuyo costo alcanzó los 50.000 dólares y no fue cubierto por el seguro médico. Para respaldar los gastos, su hermana Ivanna Nogales lanzó una campaña en GoFundMe, apelando a la solidaridad ciudadana.
El procedimiento se complementó con terapias físicas, neurológicas y de lenguaje que continuaron durante su estancia en Quito.