La existencia de Laura Camila Blanco, una joven periodista y comunicadora social con un futuro brillante, se interrumpió de manera repentina en las primeras horas del domingo pasado, 27 de julio. De acuerdo con el doloroso testimonio que su madre, Cecilia Osorio, compartió con El Tiempo, Laura Camila, con tan solo 26 años y siendo una mujer dedicada y con una destacada formación académica, había estado conmemorando la noche del 26 de julio el título obtenido por su pareja.
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Hace poco más de ocho semanas, Laura Camila se había trasladado al conjunto residencial Salitre Living, ubicado en la localidad de Barrios Unidos, con el objetivo de alcanzar su independencia y comenzar una maestría. Sin embargo, su noviazgo, que su madre describió como “intermitente” y con “dificultades”, ya estaba causando preocupación dentro de la familia. Cecilia Osorio contó que el novio de Laura Camila incluso le había propuesto que la maestría se realizara de forma virtual, aunque ella prefería asistir presencialmente.

Las preocupaciones de la familia tenían fundamento. Cecilia rememoró que los dos habían buscado ayuda terapéutica, donde el especialista había señalado que él sufría de “celopatía” y que, para poder sostener la relación, debería recibir tratamiento. Una amiga de Laura Camila también afirmó a El Tiempo que la joven estaba entusiasmada con la atención psicológica que estaba recibiendo, y durante su última sesión, el viernes antes del trágico suceso, estaba “muy tranquila, feliz, porque la terapia le iba a ser de gran ayuda”.
La noche fatídica: Una discusión, una caída y un escenario “alterado”
El festejo por la graduación del novio comenzó con una cena en un restaurante. Según palabras de su madre, fue una reunión calmada, “sin licor ni nada”, junto a sus padres y personas cercanas. Esa misma noche, Laura Camila habló con su madre, quien le recomendó “que no tomara y que tratara de divertirse”.
Unas horas después, en la mañana del domingo, Cecilia recibió una llamada telefónica que la preocupó: “Un policía me dijo que la estaban llevando al hospital porque había caído al vacío”.
La familia ha logrado reconstruir que, tras terminar la cena, Laura Camila y su novio fueron al apartamento para reunirse con amigos del joven. En la madrugada, se desencadenó una acalorada discusión entre ellos, lo que llevó a que se encerraran en una de las habitaciones. La madre de la joven expresó su pesar por el hecho de que las personas en el apartamento “no intervinieron, no hicieron nada, no dijeron nada” mientras ocurría la disputa.
Después de los gritos, Laura Camila se precipitó desde la ventana del noveno piso. La investigación reveló detalles impactantes: “De acuerdo con las autoridades, quienes estaban ahí alteraron la escena. Ellos habían estado bebiendo y cuando el CTI llegó, todo estaba en orden, no había botellas y la ventana estaba cerrada”, mencionó Cecilia Osorio. A pesar de esto, la habitación donde tuvo lugar la discusión presentaba evidentes señales de una confrontación intensa: “Algunos cuadros en esa habitación estaban caídos, la cama estaba desordenada. Él había vomitado y había un balde con vómito. Se demuestra que él se encontraba mal y ella lo asistió”, explicó la madre.
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Los guardias del complejo residencial oyeron la disputa y evitaron que el novio se marchara de la escena. Cuando las autoridades arribaron, se le solicitó al hombre que diera su declaración y manifestó que Laura Camila “se lanzó”. “Él no sabía ni qué expresar. Según tengo entendido, su nivel de embriaguez era muy alto. Lo dejaron en libertad”, comentó Cecilia.
¿Feminicidio o accidente? La familia exige respuestas
La Policía Metropolitana de Bogotá describió al principio la muerte de Laura Camila Blanco como un suceso “infortunado y lamentable”. El coronel Richard Fajardo, quien está a cargo de la Policía Metropolitana de Bogotá, explicó que la patrulla recibió una alerta a través de una llamada al 123 sobre el incidente y que un vigilante del conjunto residencial confirmó que hubo una discusión.
El coronel Fajardo comentó: “La persona cae desde un noveno piso. Es llevada a centro asistencial y fallece por la gravedad de las heridas que sufre”, sin ofrecer hipótesis sobre lo sucedido y haciendo hincapié en la importancia de consumir alcohol con moderación.
Según fuentes de la Fiscalía consultadas por EL TIEMPO, “la investigación está en curso” y hasta ahora no se han realizado arrestos. La familia, mientras tanto, descarta la posibilidad de un suicidio y solicita que la investigación se dirija hacia un posible feminicidio: “Eso no fue un suicidio”, afirmó la madre, apelando a que se logre justicia y se aclaren los detalles de la desafortunada muerte de su hija.