El fallecimiento de la pequeña Antonella López, de apenas 2 años, a manos de su madre, Silvana Torres, ha causado una profunda consternación en Colombia.
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Los hechos ocurrieron el sábado 26 de julio de 2025 en el barrio San Sebastián de Manizales, donde la mujer fue capturada en flagrancia dentro de su apartamento en la torre 26 de un conjunto residencial.
La investigación liderada por las autoridades judiciales busca determinar las causas detrás de este acto de violencia. El caso ha tomado un giro complejo, ya que, pese a una confesión inicial, la madre se ha declarado inocente ante un juez.
Avanza la investigación: pruebas clave encontradas en la vivienda
La Policía Judicial ha recopilado varios elementos considerados clave para el esclarecimiento del crimen.
En el lugar de los hechos se encontró el arma blanca con la que presuntamente fue atacada la niña, un teléfono celular propiedad de la madre y varias cartas de puño y letra de la capturada. Todo este material se encuentra bajo cadena de custodia.
También se ha sumado evidencia en video y testimonios de vecinos del edificio, quienes reportaron gritos y comportamientos extraños previos al hecho.
“Me enceguecí por la ira”, dijo la madre en su primera declaración
En una entrevista inicial realizada por médicos de la clínica San Juan de Dios, Silvana Torres habría reconocido haber actuado bajo un estado de “ira incontrolable”.
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Según sus propias palabras: “Me enceguecí, me llené de rabia, fui a la cocina... le hice daño a mi hija y me quería morir”.
No obstante, más tarde, durante la audiencia de imputación de cargos, negó los hechos y aseguró ser inocente.
Esta contradicción ha llevado a que la Fiscalía solicite un análisis psicológico y psiquiátrico para establecer si la joven presenta trastornos mentales que puedan haber influido en su comportamiento.