Un estremecedor caso de femicidio ha sacudido a la sociedad argentina. Ángel Nicolás Castro (30 años) asesinó a su esposa, Yesica Noelia Duarte (33 años), apenas semanas después de haberse casado con ella en una ceremonia civil celebrada en el interior de una prisión de Buenos Aires, Argentina. El crimen, ocurrido el 27 de julio en la ciudad de Berisso, fue perpetrado frente al hijo menor de la víctima, de apenas siete años.
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Castro había obtenido el beneficio de prisión domiciliaria a finales de junio, tras cumplir parte de su condena por delitos graves, entre ellos dos homicidios. Yesica Duarte, quien también cumplía prisión domiciliaria por tenencia y venta de droga, lo recibió en su casa. Sin embargo, los celos y los conflictos constantes deterioraron rápidamente la convivencia.
Días antes del crimen, Castro realizó publicaciones en redes sociales en las que atacaba verbalmente a las amigas de Yesica, acusándolas de manipularla para que lo abandonara por otro hombre supuestamente vinculado al delito.
Según declaraciones del hijo de Yesica, de siete años, el agresor discutió en varias ocasiones con su madre ese día. El detonante fue el intento de revisión del teléfono celular de la mujer, lo cual generó una pelea física. En respuesta, Castro fue a su habitación, sacó un arma y disparó contra Yesica por la espalda cuando ella intentaba huir al patio de la casa.

Tras el crimen, el hombre intentó suicidarse con un disparo en el cuello, pero no logró su cometido. Fue trasladado de urgencia a un hospital con fractura de cráneo y daño ocular, donde permanece bajo custodia policial y en calidad de detenido.
Yesica Noelia dejó en la orfandad a cuatro hijos: una joven de 17 años, mellizos de 14 que habían cumplido años el mismo día del crimen, y el menor de 7 que presenció el femicidio.
Inicialmente, la madre del agresor intentó argumentar que se trató de un asalto, pero la declaración del menor desmontó esa versión. El caso ha generado un fuerte debate sobre el control de los beneficios de prisión domiciliaria para personas con antecedentes violentos y homicidas. Organizaciones de derechos humanos y colectivos feministas han pedido una revisión urgente del sistema.
El femicidio de Yesica Duarte se suma a una larga lista de crímenes por violencia de género en la región, alimentando la preocupación sobre la eficacia de las medidas de protección para mujeres en riesgo, incluso dentro del sistema penitenciario.