La Fiscalía General del Estado logró la condena de 26 años de prisión para Carlos Eriverto G., declarado culpable del femicidio de su exconviviente, Sandra V., en el cantón Gualaceo, provincia del Azuay.
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Más de 30 pruebas sustentan la condena
El Tribunal de Garantías Penales de Azuay ordenó además que el sentenciado pague 149.040 dólares como reparación integral a los hijos de la víctima. La Fiscalía presentó más de treinta pruebas, entre testimonios, necropsia psicológica y peritajes.

Detalles del crimen y violencia previa
Según los relatos de los hijos, familiares y peritos, Carlos Eriverto G. ejercía violencia física y psicológica sobre Sandra V., con control, celos y amenazas constantes.
El femicidio ocurrió la mañana del 12 de diciembre de 2024, cuando el agresor atacó a su exconviviente con un objeto contundente en la cocina de su casa.

Tras el ataque, intentó disimular la escena y fue a retirar a sus hijos. La cuñada de la víctima encontró a Sandra en un charco de sangre, con heridas graves en la cabeza y signos visibles de violencia.
Evidencias clave y testimonios
Entre las pruebas, destaca una nota hallada junto al cuerpo con la frase: “es casado mi padre, puerca”, escrita por el sentenciado según un peritaje documentológico.
La autopsia médico-legal confirmó que la causa de muerte fue un traumatismo cráneoencefálico. Además, el análisis de ADN en fragmentos de uñas de la víctima coincidió con el perfil genético de Carlos Eriverto G.

Marco legal de la sentencia
La condena se basó en los artículos 141 y 142 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sancionan el delito de femicidio con penas de entre 22 y 26 años de prisión.