En una carta de emergencia emitida el 21 de julio de 2025, la agencia internacional AFP (Agence France-Presse) alertó que sus últimos colaboradores en la Franja de Gaza podrían morir en cuestión de días si no hay una intervención internacional inmediata.
PUBLICIDAD
Bashar, uno de sus reporteros más antiguos, escribió este fin de semana:
“No tengo fuerzas para trabajar. Estoy demacrado. Mi hermano murió de hambre ayer.”

Él, junto a otros nueve periodistas —entre redactores, fotógrafos y videastas— se mantiene informando desde una Gaza devastada por el bloqueo, los bombardeos y el colapso humanitario. Viven sin alimentos, sin agua y sin medicinas. Tampoco tienen gasolina ni vehículos. Se trasladan a pie, en condiciones extremas, para cumplir con su deber informativo.
“Lo hacemos porque contar la verdad no es un lujo, es una necesidad”, dice Ahlam, reportera en el sur de la Franja.
La AFP denuncia que, aunque sus colaboradores reciben salario, los canales de cambio están bloqueados, los servicios digitales desaparecieron y las comisiones por mover dinero alcanzan el 40%.
“Nuestros periodistas no pueden comprar nada. Algunos ya no comen hace días.”
PUBLICIDAD
El boletín finaliza con una frase demoledora:
“Desde 1944 hemos perdido periodistas por conflictos. Pero jamás vimos a un colaborador morir de hambre.”
La agencia exige una respuesta urgente de gobiernos, instituciones humanitarias y líderes del mundo. Los últimos testigos de Gaza no quieren ser mártires, solo quieren seguir informando.