La violencia que azota a Manabí sumó un nuevo capítulo sangriento con el asesinato de Génesis Michelle Mendoza Tuárez y su esposo Flavio Leonardo Briones Chiquito, supuesto cabecilla del grupo Los Lobos.
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La mujer había reportado amenazas en su contra apenas dos días antes de ser acribillada, según consta en una denuncia de intimidación presentada en la Fiscalía.
En esa denuncia, registrada el 14 de julio de 2025, se señalaba al grupo rival Los Choneros como los autores de las amenazas.
El crimen se concretó el 16 de julio en la vía a San Mateo, Manta, donde hombres armados con fusil interceptaron los vehículos blindados en los que se movilizaban la pareja y sus dos custodios, exmilitares, quienes también fueron asesinados.

Génesis Mendoza, marcada por la violencia
No era la primera vez que Génesis Mendoza Tuárez sufría un atentado. En diciembre de 2021, horas después de su boda, sobrevivió a un ataque armado en el que perdió parte de un dedo.
Esta vez no corrió la misma suerte. Su esposo, Leonardo Briones, tenía antecedentes por delincuencia organizada y cumplía medidas cautelares tras ser sentenciado en 2024.

Represalias y ola de crímenes tras el asesinato
El asesinato de Briones y Mendoza desató una serie de represalias violentas entre Los Lobos, Los Pepes (su brazo armado) y Los Choneros. Solo en el distrito Manta se han contabilizado al menos 16 muertes tras ese hecho, entre ellas las de civiles, un agente penitenciario y un policía judicial.
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Uno de los episodios más sangrientos ocurrió en un centro de tolerancia en Jaramijó, donde un grupo armado mató a cinco personas. Días después, Los Pepes dejaron un panfleto adjudicándose el ataque.

Masacres en Montecristi y Portoviejo
El 17 de julio, la violencia continuó en Montecristi con un doble atentado que dejó seis muertos en un taller de soldadura y un local de tortillas. Entre las víctimas había trabajadores y hasta un menor de edad. Posteriormente, un policía que participó en las investigaciones fue asesinado en un ataque directo.
En Portoviejo, la noche del mismo día, otros siete asesinatos se registraron en distintos puntos, todos atribuidos a la disputa entre bandas por el control territorial y el microtráfico.