Un nuevo hecho delictivo con extrema violencia se registró en el norte de Quito. Un conductor de la plataforma InDrive fue víctima de asalto la noche del 15 de julio de 2025, tras recoger a tres pasajeros desde el sector de El Condado con destino a Calderón. Horas más tarde, la Policía logró recuperar el vehículo y detener a uno de los presuntos implicados.
PUBLICIDAD
El asalto
La víctima, de 23 años, relató que aceptó una carrera desde un centro comercial hacia Calderón. Una vez en el sector del Parque de los Recuerdos, uno de los pasajeros lo tomó por el cuello desde el asiento trasero, mientras el copiloto le propinó un golpe en la cabeza con un arma de fuego.
Fue obligado a pasar a la parte trasera del auto rojo, donde fue retenido mientras el grupo avanzaba hacia Puembo, donde contactaron con un cuarto sospechoso a bordo de una motocicleta. Este último desactivó el GPS del vehículo.
Posteriormente, lo trasladaron hasta Carcelén, donde lo amarraron con una correa y efectuaron un disparo cerca de él, con clara intención de intimidarlo. Minutos después, logró liberarse y pidió ayuda en el sector de un complejo deportivo, donde fue auxiliado por un taxista y trasladado a una casa de salud, con una herida en la cabeza.
Recuperación del vehículo y captura de uno de los sospechosos
A la 01:30 del 16 de julio, gracias a una alerta del ECU-911, patrullas del Circuito San Antonio localizaron el vehículo sobre la avenida Simón Bolívar, con dirección a la Mitad del Mundo. La persecución terminó en el sector de Caspigasi, donde los ocupantes del vehículo realizaron detonaciones contra la Policía y chocaron contra la patrulla.
Tres sospechosos huyeron hacia la maleza, disparando nuevamente. Sin embargo, uno de ellos fue aprehendido: Ángel Z. En el interior del vehículo, los agentes encontraron una cédula a nombre de Michael g., otro de los presuntos implicados.
Reconocimiento e investigaciones
La víctima reconoció a Z. como uno de sus agresores, así como al segundo sospechoso por el documento hallado. El caso fue trasladado a la Unidad de Flagrancia, donde se formalizó la denuncia.
La Policía continúa tras el rastro de los prófugos. El caso revela los riesgos latentes que enfrentan los conductores de plataformas digitales ante estructuras delictivas cada vez más organizadas.