El cuerpo sin vida de un ciudadano de 47 años fue hallado en un terreno baldío del sector Llano Grande, en el norte de Quito. Fue otro hombre quien encontró el cadáver mientras realizaba sus necesidades biológicas. Esto ocurrió en la intersección de las calles San Vicente y la entrada a Tinayo, donde el cuerpo yacía en posición decúbito dorsal, parcialmente cubierto por vegetación.
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Múltiples heridas
El cadáver presentaba múltiples heridas cortopunzantes en el tórax y la amputación del dedo índice de la mano derecha, según el reporte policial al que tuvo acceso Metro Ecuador. Vestía únicamente una camiseta celeste y ropa interior color vino. No portaba documentos visibles.
Tras la llegada de las unidades especializadas, se realizó el levantamiento del cuerpo y su traslado al Departamento de Medicina Legal. Mientras tanto, agentes de la Unidad de Investigación de Personas Desaparecidas de la DINASED revelaron un dato clave: el cuerpo coincidía con el de un hombre reportado como desaparecido desde el domingo anterior.
Era taxista informal
Según información proporcionada por familiares, la víctima se dedicaba a ofrecer servicios como taxista informal mediante una aplicación móvil, y fue visto por última vez cuando salió de su domicilio para realizar una carrera. Desde entonces, no hubo más comunicación, y el vehículo con el que trabajaba continúa desaparecido.
La hipótesis
Horas después del hallazgo, los familiares del fallecido acudieron al lugar y confirmaron su identidad, cerrando así la etapa de incertidumbre sobre su paradero. La Policía presume que el móvil del crimen sería un robo con violencia, dada la modalidad de trabajo del hoy occiso y la desaparición de su automóvil.
La Fiscalía y las unidades de la Policía Nacional continúan con las investigaciones para esclarecer el caso, identificar a los responsables y recuperar el vehículo.
Las características del hallazgo —un cuerpo semi desnudo, con signos de tortura y abandono en un terreno desolado— activan las alertas sobre la violencia con la que operan ciertas bandas criminales que utilizan aplicaciones de transporte como cebo para cometer delitos.
El caso ha generado preocupación entre los trabajadores del transporte informal, quienes exigen mayor seguridad y regulación en estas plataformas.