Un caso estremecedor sacudió a la comunidad de Majapahit, en el distrito de Buton del Sur, al sureste de Indonesia, luego de que un agricultor desaparecido fuera encontrado sin vida dentro de una pitón gigante de aproximadamente 8 metros de largo.
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Desaparición y hallazgo macabro
El hombre, de 63 años, fue reportado como desaparecido el viernes 5 de julio de 2025 tras no regresar de su terreno. Alarmados por su ausencia, familiares y vecinos emprendieron su búsqueda. Dos días después, notaron movimientos sospechosos en una zona de vegetación y se toparon con una pitón reticulada con un gran bulto en su cuerpo.
Tras capturar al animal, los aldeanos procedieron a abrirlo. Dentro encontraron el cadáver intacto del agricultor, lo que causó consternación y temor entre los habitantes.
Las pitones reticuladas y el peligro para las zonas rurales
La pitón reticulada es una de las serpientes más grandes del mundo y puede alcanzar más de 7 metros de longitud. Aunque son poco frecuentes los casos de ataques a humanos, las condiciones en regiones como Sulawesi han incrementado el riesgo de encuentros fatales.
Estos reptiles se sienten atraídos por áreas agrícolas donde se reduce su hábitat natural, lo que genera mayor contacto con las personas. En abril de 2025, se registró un caso similar en Indonesia, cuando una mujer de 55 años fue encontrada parcialmente dentro de otra pitón de 7 metros mientras recolectaba vegetales.
Autoridades en alerta: recomendaciones para la población
La Agencia Regional de Manejo de Desastres (BPBD) confirmó el suceso y emitió advertencias para que los habitantes eviten adentrarse solos en zonas boscosas o agrícolas, especialmente durante horas tempranas o al anochecer.
Las autoridades también recomiendan llevar herramientas de defensa como machetes, y mantener comunicación constante entre vecinos cuando se trabaje en áreas de riesgo.
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Un fenómeno que se repite en Indonesia
Los ataques de pitones a humanos, aunque raros, no son nuevos en Indonesia. El crecimiento de las zonas agrícolas que afectan los bosques y la fauna silvestre ha provocado un aumento en este tipo de encuentros fatales.
Especialistas advierten que es necesario establecer límites entre los cultivos y las áreas naturales para reducir el riesgo. Asimismo, enfatizan en la educación y vigilancia comunitaria como estrategias claves para prevenir tragedias similares.