Una estructura delictiva que operaba desde una empresa tipo call center, en el norte de Quito, pagaba a sus operadores un salario mensual de aproximadamente USD 500, reveló la Fiscalía General del Estado. Este grupo, desarticulado el pasado 25 de junio durante un operativo ejecutado por la Fiscalía y la Unase, estaría involucrado en delitos de extorsión transnacional.
PUBLICIDAD
El call center, identificado como LKL-WELLCALL, funcionaba en el sector de La Carolina, desde donde se habrían ejecutado actos de extorsión a ciudadanos de Ecuador, Colombia y México. La estructura, según las primeras diligencias, operaba desde hace al menos un año bajo una jerarquía encabezada por Xu J. y Gu X., de nacionalidad china.
Luis Geovanny C. R., director de talento humano de la empresa fachada, era quien presuntamente gestionaba el reclutamiento del personal y la entrega de chips telefónicos para realizar las llamadas extorsivas. Además, coordinaba el pago de salarios que en promedio alcanzaban los USD 500 mensuales, con bonificaciones por objetivos, como superar los USD 1.200 recaudados al mes.
Según informó la Fiscal del caso durante la audiencia de formulación de cargos del 26 de junio, los operadores recibían instrucciones específicas mediante una plataforma digital. Desde sus puestos, enviaban mensajes y realizaban llamadas con amenazas, acompañadas de montajes con contenido sexual explícito y videos de extrema violencia, exigiendo transferencias bancarias.
El delito de delincuencia organizada por el que son procesadas 40 personas está tipificado en el artículo 369 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Treinta y nueve de los procesados recibieron prisión preventiva; una mujer obtuvo medidas sustitutivas por su estado de gestación.
La investigación avanza para determinar si existen vínculos con organizaciones criminales internacionales y cómo se accedía a las bases de datos utilizadas para las extorsiones.
