Una misteriosa bola de fuego cruzó el cielo del sureste de Estados Unidos el pasado 26 de junio de 2025, generando sorpresa y preocupación entre residentes de Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Tennessee, Alabama y Florida. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) y la NASA, el objeto habría sido un meteoro de gran tamaño que ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad aproximada de 48.000 kilómetros por hora.
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El evento fue captado por cámaras de seguridad, teléfonos móviles y satélites, entre ellos el GOES-East, que detectó un destello en la atmósfera superior sobre la frontera entre Carolina del Norte y Virginia. Este tipo de fenómenos, conocidos como bólidos diurnos, son raros por su alta luminosidad en pleno día y por la energía que liberan al desintegrarse.
Posible impacto y daños materiales
La American Meteor Society recibió más de 200 reportes de ciudadanos que observaron el fenómeno y escucharon un fuerte estampido sónico, lo que indicaría que el objeto explotó en el aire a unos 43 kilómetros de altitud, liberando una gran cantidad de energía.
Investigaciones y teorías científicas
Especialistas del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA confirmaron que el fenómeno corresponde a un meteoroide que ingresó a gran velocidad y se fragmentó por el calor y la presión atmosférica. Aunque no se descarta por completo que pudiera tratarse de basura espacial, las características del evento apuntan a un origen natural.
Los científicos continúan analizando los datos para determinar la trayectoria precisa, así como para recuperar posibles fragmentos del objeto. En caso de confirmarse su naturaleza extraterrestre, podría tratarse de un meteorito, lo cual tiene un alto valor científico.