Tres figuras de San Judas Tadeo, cada una de aproximadamente un metro de altura, fueron halladas al interior de la casa donde se ocultaba José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, antes de su recaptura. La imagen del santo, considerado por los fieles católicos como el patrono de las causas difíciles o imposibles, ha sido adoptada por miembros del crimen organizado, especialmente en México, como símbolo de protección.
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A pesar de que la Iglesia Católica ha dejado claro que San Judas Tadeo no representa protección para criminales, su figura es frecuentemente encontrada en casas de sicarios, capos del narcotráfico y bandas delictivas. En el caso de Fito, las tres estatuas estaban ubicadas en un espacio junto a la cocina de una casa moderna, rodeada de terrenos baldíos y caminos de tierra en la ciudadela Monterrey, del cantón Montecristi.
El registro en video realizado por un militar reveló detalles del escondite: paredes con acabados tipo mármol en tonos grises y azules, iluminación sofisticada y elementos decorativos como mosaicos en las escaleras. En medio de este entorno de lujo, las figuras del santo eran imposibles de ignorar.
San Judas Tadeo y el Cártel de Sinaloa
Uno de los vínculos más conocidos entre este santo y el crimen organizado se da con el Cártel de Sinaloa. En una reciente emisión del programa ‘C4 en Alerta’ de Telediario México, se expuso que miembros del cartel han modificado la iconografía del santo, colocando el báculo en la mano izquierda en lugar de la derecha. Esta alteración tendría, según la creencia popular, el supuesto poder de brindar protección a delincuentes.
Este tipo de devoción ha ido más allá del simbolismo religioso tradicional. Para muchos dentro del crimen organizado, “San Juditas” representa una figura capaz de interceder en desafíos dentro de cárceles, conflictos con pandillas o durante sus actividades ilícitas.
Cada 28 de octubre, su día festivo, miles de personas lo veneran, pidiendo favores en situaciones desesperadas.
Según la Agencia Católica de Informaciones (ACI), santa Brígida de Suecia (mística y patrona de Europa) escribió en su obra ‘Revelaciones’ que “Jesús le recomendó pedir ciertos favores a través de San Judas Tadeo”.
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La Santa Muerte
Otro símbolo del crimen organizado Junto a San Judas, otro ícono ampliamente venerado por criminales es la Santa Muerte. Esta figura, con forma de esqueleto vestido con túnicas, es rechazada por la Iglesia Católica pero ha ganado seguidores dentro de contextos criminales. Se le atribuyen poderes de protección, amor, salud y advertencia ante traiciones.
En Ecuador, la devoción a la Santa Muerte ha cruzado fronteras. Se han documentado altares en zonas urbanas y penitenciarias, especialmente en contextos de pandillas. Algunas bandas criminales han llegado a montar rituales y centros de culto en su nombre, lo que ha encendido las alertas de las autoridades.
Operativos recientes han desmontado estos espacios debido a su relación directa con actividades ilícitas, confirmando que la fe y el crimen organizado siguen entrelazándose, incluso en los rincones más ocultos de sus operaciones.
