Ecuador avanza en la construcción de su primera cárcel de máxima seguridad, denominada “El Encuentro”, ubicada en la provincia costera de Santa Elena. Esta infraestructura penitenciaria fue anunciada como parte de la “reestructuración total del sistema penitenciario” por el presidente Daniel Noboa, en un intento por frenar el control del crimen organizado dentro de las prisiones tradicionales.
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El primer interno: alias ‘Comandante Willy’
William Joffre Alcívar Bautista, alias ‘Comandante Willy’ y señalado como uno de los cabecillas de la banda criminal Los Tiguerones, será el primer huésped de este centro. Su extradición desde España fue aprobada bajo la condición de que Ecuador garantice su derecho a la vida e integridad personal en un plazo de tres meses. “Estamos en Ecuador listos para recibirlo... será uno de los primeros usuarios de la nueva cárcel”, declaró el ministro del Interior en Teleamazonas.
Una construcción millonaria en zona inhóspita
La cárcel de Santa Elena se construye desde el 21 de junio de 2024. El proyecto cuenta con un presupuesto de USD 52 millones. Su ubicación estratégica en una zona rural entre Bajada de Chanduy y Juntas del Pacífico busca mantener a los internos más peligrosos aislados del resto del sistema penitenciario.
La infraestructura se edifica sobre un terreno de 37 hectáreas y tendrá capacidad para entre 700 y 800 reclusos. Se contempla la construcción de seis torres de vigilancia y una superficie edificada de 14.000 metros cuadrados con tecnología de seguridad de última generación.
Retrasos en la entrega y comparaciones con El Salvador
Aunque inicialmente se prometió su finalización en un “récord” de 300 días, plazo que venció en mayo de 2025, la cárcel no ha sido inaugurada. Según el ministro Reimberg, ahora se estima que estará lista antes de fin de año. En octubre de 2024, el exdirector del SNAI, Luis Zaldumbide, reportó un 30% de avance de la obra.
El modelo ha sido comparado con la megacárcel implementada por Nayib Bukele en El Salvador, especialmente por su enfoque de aislamiento y tecnología de control. Sin embargo, organismos de derechos humanos han advertido que este tipo de construcciones deben acompañarse de garantías legales para evitar abusos y asegurar condiciones dignas para los privados de libertad.
Descongestionar y desarticular el sistema actual
Noboa ha enfatizado que la “Cárcel del Encuentro” forma parte de un plan estructural para descongestionar centros como la Penitenciaría del Litoral, donde actualmente se concentran más de 8.000 internos y que ha sido epicentro de violentos enfrentamientos entre bandas.
La nueva prisión simboliza el intento del Gobierno por retomar el control del sistema penitenciario ecuatoriano y frenar la violencia que desde hace años aqueja al país desde el interior de las cárceles.
