Tras el impactante ataque contra el senador Miguel Uribe. La Unidad Investigativa de Noticias Caracol ha obtenido de manera exclusiva las confesiones y grabaciones de dos de los supuestos involucrados en el intento de asesinato del senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay, que tuvo lugar el 7 de junio pasado en el sector de Modelia, en Bogotá. De acuerdo con los relatos, Élder Arteaga, conocido como El Costeño, habría sido el encargado de coordinar el intento de homicidio planificado con anticipación.
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Los relatos proporcionados por Carlos Eduardo Mora, quien dirigía el automóvil Spark gris, y Katerine Martínez, conocida como Gabriela, son actualmente fundamentales para la investigación, pues describen las acciones antes y después del ataque. Ambos testimonios concuerdan en que recibieron una llamada el viernes 6 de junio por la mañana de parte de El Costeño, quien les encomendó misiones precisas utilizando WhatsApp.
De acuerdo con Mora, El Costeño le sugirió involucrarse en una “operación” a cambio de cinco millones de pesos, es decir, USD 1,224.
“Él se sube al carro y nos fuimos, cuando íbamos para la avenida Primero de Mayo. En aquella ocasión, mientras estábamos en el vehículo, me comentó que tenía en mente llevar a cabo una operación para dispararle a alguien. Me propuso ser su respaldo y, a cambio, me ofreció cinco millones de pesos. Dijo que el plan era a las 4:30 p. m. en Modelia”.
Por su lado, Katerine mencionó que su tarea consistía en recuperar el arma empleada en el atentado.
“Fue en una calle, cuando llegó una persona en motocicleta y me arrebató el arma, la cual se encontraba dentro de una talega y estaba guardada en una bolsa azul”.
“Era una vuelta suicida”
El día en que ocurrió el ataque, los asociados se congregaron en el parque El Golfito. En el camino, El Costeño explicó detalles sobre el arma y manifestó claramente sus planes.
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“Mencionó sobre el arma, diciendo que era de origen extranjero y que se trataba de una Glock. Comentó que había tenido un costo aproximado de 15 o 20 millones (USD 4,899), y que era como un gran juguete”.
“Apunta a la cabeza”, indicó Élder, y el asesino contestó: “Le dispararé una o dos veces en la cabeza y luego me iré”. Élder reiteró: “No, deben ser al menos tres o cuatro, debes vaciar todo el cargador, para eso tienes suficiente munición”.
Martínez indicó que El Costeño le confesó que el asesino a sueldo no contaría con un camino de escape verdadero:
“Me dijo que había una motocicleta en una esquina donde el Spark, el coche gris, nos había dejado, pero señaló que era solo una distracción, ya que la moto no estaba destinada a recogerlo y que se trataba de una operación muy arriesgada”.
Después del ataque
Ambos narraron cómo vieron el desorden después de los disparos y escaparon a pie hasta que alias El Hermano o El Viejo, conocido como William González, quien fue arrestado hace poco, los recogió. En un bar del barrio Santa Fe, tuvieron una conversación sobre la comercialización de móviles y la destrucción de evidencias.
“Élder extrajo la SIM y realizó un formateo del teléfono, entregándoselo posteriormente para que lo pusiera a la venta”.
Katerine además destacó que, seis días tras el ataque, El Costeño le propuso ocultarse en Florencia (Caquetá) y formar parte de la guerrilla:
“Me comentó que se iban a realizar cursos de drones o de francotiradores allí con la guerrilla”.
Puntos clave de la investigación
- Preparación por adelantado: El Costeño tenía conocimiento sobre los desplazamientos de Miguel Uribe desde la mañana del 6 de junio, con una hora de antelación a que su visita a Modelia se hiciera pública.
- Identidad de “Gabriela”: Aunque Katerine es famosa por emplear este alias, afirmó que no solicitó el servicio de transporte para el sicario, lo que plantea la posibilidad de que exista otra mujer involucrada o que se esté utilizando una identidad falsa.
- Red de complicidad: Se ha verificado la implicación de al menos cuatro individuos, una organización delictiva que podría tener conexiones en Cali y lazos con grupos armados ilegales.
El Ministerio Público prosigue con las indagaciones para determinar la identidad de todos los implicados y aclarar quiénes proporcionaron los fondos y quiénes dieron las órdenes para llevar a cabo el ataque. El estado de salud del senador Miguel Uribe permanece comprometido, mientras que la nación pide que se haga justicia.