Una pesadilla de película vive Juliana Marins, una joven brasileña de 20 años. Desde la madrugada del pasado 21 de junio, se encuentra atrapada en el volcán Rinjani de Indonesia.
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Mientras realizaba una excursión de senderismo, se precipitó unos 300 metros por un acantilado y quedó inmovilizada entre las rocas.
Tras tres días de angustia, sin comida ni bebida, fue localizada gracias a un dron. Ahora se libra una carrera contra el tiempo para su complejo rescate.

Días de lucha en la grieta del volcán
Juliana, quien exploraba el volcán con una empresa de turismo, sufrió la caída desde un precipicio que bordea el cráter.
La joven quedó debilitada y sin poder moverse, atrapada en una grieta. Su hermana, Mariana Marins, confirmó el hallazgo por dron y la ubicación exacta.
Una compañera relató las difíciles condiciones de la noche del accidente: oscuridad, frío, niebla y un terreno resbaladizo. Esto provocó que Juliana perdiera el ritmo y se deslizara montaña abajo.
Sin embargo, funcionarios del parque sostienen que el guía la había abandonado antes.
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Rescate de alta dificultad
El operativo de rescate de Juliana enfrenta enormes obstáculos. Un primer equipo a pie no logró acceder debido a la necesidad de más equipamiento.
Además, la búsqueda ha sido suspendida varias veces por complicaciones climáticas.
La región del volcán Rinjani es de difícil acceso, caracterizada por densa niebla y rocas resbaladizas, sumado a un terreno muy empinado.
Juliana Marins, originaria de Niterói, es publicista, bailarina de pole dance y tiene experiencia en deportes extremos y viajes. Ha estado de mochilera por Asia desde febrero.