El activista y exagente especial estadounidense Tim Ballard, reconocido por su lucha global contra la trata de niños y por ser la figura en la que se inspiró la película Sonido de libertad (Sound of Freedom), anunció su regreso a Ecuador. Su objetivo: trabajar en una nueva misión enfocada en el rescate y protección de menores víctimas de explotación sexual.
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Misión en defensa de los niños
A través de un video publicado en sus redes sociales, Ballard confirmó su llegada a Quito y expresó su entusiasmo por un nuevo proyecto en territorio ecuatoriano.
“De regreso en Ecuador. Tenemos un gran proyecto en el que estamos trabajando”, declaró Ballard, aunque no dio mayores detalles. También pidió a sus seguidores estar atentos a futuras actualizaciones sobre su labor.
En la publicación se observa a Ballard en su vuelo desde el aeropuerto de Atlanta, rumbo a Quito. El video incluye una cita del Salmo 96 de la Biblia:
“Proclamad su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos”, un mensaje que resalta el componente espiritual y humanitario de su misión.
Esta no es su primera visita
Ballard ya había estado en Ecuador en años anteriores, donde participó en operativos conjuntos con autoridades locales para desmantelar redes de abuso sexual infantil. También ha impulsado campañas de concienciación y programas de capacitación a policías y fiscales.
Su regreso en 2025 refuerza ese compromiso y anticipa una nueva etapa de colaboración con instituciones ecuatorianas y organizaciones sociales.
“Sonido de libertad”: la película que visibilizó su historia
La historia de Ballard llegó al cine en 2023 con la película Sonido de libertad, dirigida por Alejandro Monteverde y protagonizada por Jim Caviezel. El filme narra el caso real de una operación en Colombia para rescatar a más de 100 niños víctimas de redes de explotación sexual.
Pese a la polémica por su distribución y por el enfoque político de algunos grupos que la apoyaron, la película se convirtió en un fenómeno global.
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Recaudó más de $200 millones en taquilla, siendo un éxito sin respaldo de grandes estudios. En Ecuador, Sonido de libertad se mantuvo varias semanas en cartelera y generó un debate nacional sobre la trata infantil y el rol del Estado en la protección de menores.