El secretario de Estado, Marco Rubio, firmó la directiva que detiene temporalmente la programación de entrevistas para visados F, M y J —utilizados por estudiantes, académicos y visitantes de intercambio—. Las entrevistas ya agendadas continuarán, pero no se asignarán nuevas citas hasta nuevo aviso.
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La medida es parte de una estrategia más amplia del presidente Trump para restringir el ingreso de extranjeros, esta vez enfocándose en la comunidad educativa internacional.
Red de control: redes sociales bajo la lupa
Como parte del endurecimiento, también se analiza exigir la revisión obligatoria de redes sociales de los solicitantes. Esto implicaría un control adicional y posiblemente más demoras para quienes deseen estudiar en EE. UU.
Afectación directa a estudiantes globales
La decisión impacta de forma inmediata a miles de estudiantes internacionales que esperaban comenzar sus clases en el segundo semestre de 2025. Universidades y centros educativos han expresado su inquietud por la paralización, advirtiendo consecuencias para la movilidad académica y la colaboración global.
Tensión con universidades
La política migratoria de Trump también ha puesto bajo presión a instituciones como Harvard, que recientemente vio suspendida su capacidad de admitir estudiantes extranjeros y sufrió la congelación de USD 3.200 millones en fondos federales. La universidad respondió con una demanda, logrando una suspensión cautelar de las medidas.
Con esta nueva restricción, la comunidad educativa internacional queda en vilo. El cierre de vías legales para estudiar en EE. UU. podría desviar a los estudiantes hacia destinos como Canadá, Reino Unido o Australia.
La comunidad académica y organismos internacionales siguen atentos a las próximas decisiones de la administración Trump, mientras estudiantes y familias enfrentan un escenario cargado de incertidumbre.
