Un dron armado con una cabeza explosiva impactó la cubierta exterior protectora de la planta nuclear de Chernóbil en Ucrania en la madrugada del viernes. El siniestro provocó que se genere un agujero en la estructura y detonó, brevemente, un incendio, en un ataque que Kiev atribuyó a Rusia. El Kremlin negó ser responsable.
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¿Qué pasa con la radiación?
Los niveles de radiación en la planta cerrada en la región de Kiev —lugar del peor accidente nuclear del mundo— no han aumentado, según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de la ONU, que indicó que el ataque no comprometió la cubierta de contención interna de la planta.

La AIEA no atribuyó la culpa, afirmando sólo que su equipo estacionado en el sitio escuchó una explosión y fue informado de que un dron había golpeado la cubierta.
Los combates alrededor de las plantas nucleares han suscitado constantes temores de una catástrofe nuclear durante tres años de guerra, particularmente en un país donde muchos recuerdan con claridad el desastre de Chernóbil de 1986. Este suceso esparció material radiactivo sobre gran parte del hemisferio norte.

La planta nuclear de Zaporiyia, que es la más grande de Europa, ha sido impactada ocasionalmente por drones durante la guerra sin causar daños considerables.