En los últimos 30 años, la banca ecuatoriana ha experimentado transformaciones significativas, impulsadas por cambios políticos, avances tecnológicos y dinámicas sociales. Hay varios hitos y tendencias que han marcado este periodo.
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Crisis financiera de 1999 y dolarización
A finales de la década de 1990, Ecuador enfrentó una grave crisis financiera que culminó en 1999, caracterizada por la quiebra de numerosas instituciones financieras y una profunda recesión económica. En respuesta, en el año 2000, el país adoptó el dólar estadounidense como moneda oficial, buscando estabilizar la economía y restaurar la confianza en el sistema financiero.
Reformas regulatorias y fortalecimiento institucional
Tras la crisis, se implementaron reformas regulatorias para fortalecer la supervisión y regulación del sistema financiero. La Superintendencia de Bancos del Ecuador desempeñó un papel crucial en la reestructuración y supervisión de las instituciones financieras, estableciendo normativas más estrictas para garantizar la solvencia y transparencia del sector.
Durante este periodo, se han implementado políticas para mejorar la inclusión financiera. Según el Global Findex del Banco Mundial, en 2017, el 51% de los ecuatorianos mayores de 15 años poseía una cuenta en una institución financiera, un incremento de 15 puntos porcentuales desde 2011. Sin embargo, este porcentaje aún se encuentra por debajo del promedio de América Latina y el Caribe, que es del 54%, de acuerdo a Asobanca.
Transformación digital de la banca
La última década ha sido testigo de una acelerada digitalización de los servicios bancarios en Ecuador. Según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), en 2022 se realizaron 929 millones de transacciones a través del sistema bancario, de las cuales el 49,1% se efectuó por canales digitales, superando a los canales físicos que representaron el 30,2%. Este cambio refleja una adaptación tanto de las instituciones financieras como de los usuarios hacia la banca digital.
Desarrollo del crédito y la cartera bancaria
La cartera de crédito del sistema bancario ecuatoriano ha mostrado un crecimiento sostenido. Al cierre de febrero de 2022, la cartera bruta alcanzó los USD 34.368 millones, con un crecimiento anual del 15,8%. Los créditos destinados al sector productivo representaron el 61% del total, mientras que el crédito al consumo constituyó el 39%.
Desafíos y perspectivas futuras
A pesar de los avances, el sistema bancario ecuatoriano enfrenta desafíos como la necesidad de fortalecer la inclusión financiera, especialmente en zonas rurales, y mejorar la educación financiera de la población. Además, es crucial continuar innovando en servicios digitales para satisfacer las demandas de los usuarios y mantener la estabilidad financiera en un entorno económico globalizado.
La banca en Ecuador ha recorrido un camino de profundas transformaciones en los últimos 30 años, adaptándose a cambios políticos, tecnológicos y sociales, y sentando las bases para un sistema financiero más sólido e inclusivo.